22 ago 2015

Lumpem

Pasaba las tardes de un invierno benigno, en el campo los domingos, y entre los libros de la buena memoria entre semana. En la ciudad andaba hecho un psico-bolche, quedaba rusificado de tanto leer a Marx y preparaba sus clases para la cátedra de sociología, que se había ganado horadamente en varios colegios, con un apasionamiento magistral; ya sea arrobado a la luz de Heliogábalo o en la pobreza de la noche bajo una lumbre incapaz de arrojarle alguna luz a la cuestión de cómo enseñar la doctrina marxista sin estudiar la historia de Lenin y su concurrencia a esa cervecería de Zurich; Stalin, el terror rojo, y Trotsky, el terror blanco; la cuestión agraria de Karl Kautsky aplicada a la distribución de las tierras en la Argentina y los programas sociales para determinar cuál es su relación con el pangermanismo soviético comunista, o con el absolutismo alemán o el austriaco. El lumpemproletario carece de todo, sufre sobre todo de la falta de medios de existencia y de medios de disfrute. Para el lumpem no supone un particular sufrimiento la no disposición de medios de producción; el dominio de la producción le está cerrado, y a menudo no tiene el menor deseo de ser admitido en él. Pero si él no quiere trabajar, quiere, en cambio, vivir y esto no es posible más que si los poseedores del capital reparten con él sus medios de consumo. Así, aun cuando el lumpem se eleve hasta ciertas aspiraciones sociales, su ideal será un comunismo de consumo más bien que de producción, un comunismo de reparto y no un comunismo societario. El asalariado moderno es un proletario en tanto que no está en posesión de medios de producción, por muy satisfactoria que pueda ser su situación de consumidor, sea cual sea lo que él posea como tal, aun cuando tuviese joyas, muebles, una pequeña casa para habitar. Además, la mejora de su situación de consumidor, lejos de incapacitarlo para la lucha de clase del proletariado, lo pone a menudo en disposición de comprometerse más seriamente con ella. Esta lucha no resulta de su miseria, sino del antagonismo que existe entre él y el propietario de los medios de producción. Es venciendo este antagonismo como se podría restablecer la paz social y no venciendo a la miseria, admitiendo que esto último sea posible pensaba que no había otra salsa que la criolla; lo tenía que hacer a su modo, retomar la ideología alemana y la literatura rusa. “Los endemoniados” de Dostoievsky era su punto ciego. Simpatizaba con ese viejo depravado porque se había hecho diseñar sus escritorios para escribir de parado, a causa de sus hemorroides o la costumbre de rezar en estado de reposo, como todo librepensador ateísta perseguido durante años, explicaba sin censura lo que él leía y con el resumía todas estas ideas para sus alumnos. Su cama era de un solo cuerpo, pero en su habitación había un par. Un ropero, una ventana, bajo una mesa de luz y un velador que no funcionaba. Así de precaria era su realidad. Sencillamente, había cambiado algunas formas del espacio concreto. Un círculo seguía siendo un redondel, un triángulo una figura geométrica de tres lados, un cuadrado de cuatro, al igual que el rectángulo; ella reconocía patrones simples. Era lógico, él no era precisamente un pitagórico, se jactaba de ser hombre de letras, pero en el fondo de su alma era más bien un ser social, un alcoholista poco sociable, no obstante, un individuo asociado a algunos grupos desorganizados, familias disgregadas, personas solitarias y de vida austera. Él, que no era mundano, sino vicioso, vanidoso y excesivamente orgulloso, todavía no comprendía como la gente podía vivir sus vidas con tan poco o nada, hablando de Dios como si fuera una amenaza de muerte, con temor al cambio abrupto y desequilibrante, piadosos del otro miembro del partido político o grupo religioso. Honestamente y a mucha honra, no los entendía, ni se interesaba por aquellos movimientos existencialistas, personalistas y moralistas.

9 ago 2015

Ce es área

Veni, vidi, vici.

“Al César lo que es del César”, puede parecer algo trillado, pero esta paremia no lo es; sobretodo cuando se trata de “La Reina de Bitinia”, no se sabe si debido a sus inclinaciones sexuales o algo del orden político, ya que la homosexualidad en el imperio romano no era condenatorio, se vivía la sexualidad de otra manera, de hecho el pensamiento griego tuvo basta influencia en la naturalización del erotismo, como así también es sabido la transculturización mal transliterada de su mitología. Lógicamente no es comparable a Heliogábalo, hablamos del calendario Juliano, aunque todas las mujeres de su clan eran Julias. La historia del supremo dictador romano indefinidamente, es un tema que hay que ampliar. Cayo a los Galos los nacionalizó, lo llamaron dentro de la gens de los Julios y su apellido Cesar. Primer hijo epiléptico de unos patricios romanos, educación propiamente aristocrática, infancia dura por la grandeza hecha a los tortazos de una madre muy drástica, hizo un frívolo vanidoso que se depilaba el cuerpo entero con la pinza, un pelado laureado, obsesivo, prematuro, la cabeza de un imperio inconmensurable. El padre un senador venido a menos, demandante de poder muere cuando Gayo tenía 15 años, quedó a la cabeza, pero de todo esto más todo aquello se sabe poco y nada; se casó a los 16, Julia se llamó su hija, Cornelia la que la parió. La guerra y el civismo de Roma que lo hizo irse él la devolvería. La plutarquía, fue la locura de su ambición ascendente al poder, hay quienes que dicen que fue por su valentía, otros dirán que fue por interesado. A los 30 años se deprimió por no ser como Alejandro Magno. Orgulloso pero no de luto como Calígula, usaba su túnica roja en tanto militar, púrpura cuando fue Rey. Muere su primera mujer rápido, Cleopatrea y se casa en segundas nupcias con Servillia, la madre de Bruto. Los pobres tenían que vivir poco y entre la mierda, trabajando para Julio César, puede que haya sido el primer dictador populista. Se gastó la guita que no era suya, para hacer sus despilfarros, como por ejemplo inundar el circo para simular batallas navales, traer animales de áfrica, en fin, comprar fama con extravagancia, esclavos y gladiadores. El esplendor encandiló a hombres y mujeres, pero como algunos sabrán que ser caligulesco, no es gratis, ¿Cómo saberlo?. A los 36 años se hizo pretor supremo de Roma, un poco menos que cónsul, ya que esos puestos requerían mayor antigüedad, es decir, más edad. Pompeyo y Craso eran ricos y fueron los aliados quienes catapultaron al Cesar a la gloria, pero después se torcieron, aparecieron otros como Ptolomeo. Su ambición no era para la república, era un monstruo restaurador, violento y brutal, espiritual y desconexo. Traicionó a todos sus competidores. Julio César, el grande, ganó las Galia transalpinas, o sea, Francia, Bélgica, Suiza, y demás fronteras que invadió por cuatro puntos cardinales. Un triunfo para el Cesar eran 5.000 enemigos muertos por batalla. Los romanos expansionistas fueron beligerantes e intolerantes, o sea, el rebelde devenía en esclavo, sino era un desperdicio de mano de obra. Fue el primer hombre que cruzó el Rin para llegar a Gran Bretaña. Con 50 años era omnipotente, le declaró la guerra a la mismísima república, César contra Roma, amenazó al senado con su ejército y para recuperar su honor, trato de evitar su juicio o el exilio. “La suerte está echada” se dice que dijo el César cruzando el Rubicón. De ahí en adelante, todos los caminos lo condujeron a una muerte digna de un emperador.

Versan las malas lenguas que la palabra cesárea proviene de lo prematuro, hemos descartado esta teoría revisando la palabra de Plineo, el viejo, bien escrita mal pronunciada por gente miope. La investigación exhaustiva y muchas horas de televisión, lo desmienten en 5´.

4 ago 2015

Lithium

Cocainómano si, pero abstemio.
Borderline no, mis limitaciones..
Bipolar I. Litio, ese noble ión + Aripiprazol.
Neurotóxicos toques de distonía, ataxia, baba.
Ataraxia. No es mejor que la manía aguda.
Insomnio. Levomepromazina y midazolam

17 jul 2015

Desde afuera

Desde afuera veo la negrura del cosmos.
Desde afuera me meo merced al mandato.
Desde afuera puedo volver a entrar y salir.
Desde afuera la realidad es absoluta.
Desde afuera soy libre y estoy solo.
Desde afuera dejo entrar al aire.

Desde afuera escucho muchas voces.
Desde afuera escucho voces internas.
Desde afuera miro lo que no tengo.
Desde afuera no deseo lo que tengo.
Desde afuera no siento el encierro.
Desde afuera yo soy un pobre rico.

Desde afuera me llaman sin cesar,
Desde afuera recuerdo adentrarme.
Desde afuera me gusta tomar aire.
Desde afuera, descanso fumando.
Desde afuera, dormito despierto.
Desde afuera pinta cualquiera.

Desde afuera no quiero quedarme para siempre.
Desde afuera la libertad ayuda al filósofo amigo.
Desde afuera la plaza, el ágora, es mi otra casa.
Desde afuera el baño es de luz, y no hay agua.
Desde afuera la cama es la raíz de algún árbol.
Desde afuera llego al centro del centro del centro...

Desde afuera añoro la lejanía.
Desde afuera se abre para mi,
Desde afuera me siento feliz.
Desde afuera me veo, soy yo.
Desde afuera no estoy entero.
Desde afuera corro peligros.

16 jul 2015

Desde adentro

Desde adentro se marchitan las flores del mal.
Desde adentro hacia afuera, lo público es privado.
Desde adentro no podemos escapar de nosotros.
Desde adentro algo muere aunque todos nacen.
Desde adentro contemplamos el mundo interior.
Desde adentro nos carcome la pena del alma.

Desde adentro hacemos cambios externos.
Desde adentro hacemos nuestra voluntad.
Desde adentro hay un movimiento que abre,
Desde adentro hay algunas cosas en el mundo.
Desde adentro obramos internamente a consciencia.
Desde adentro nadie nos puede juzgar por nada.

Desde adentro no hay salida.
Desde adentro no hay respuesta.
Desde adentro no somos más.
Desde adentro no se nos acaba.
Desde adentro no se puede salir.
Desde adentro no la sacamos.

Desde adentro tuyo parto.
Desde adentro mio salgo.
Desde adentro nuestro dejo.
Desde adentro suyo, yo gozo.
Desde adentro no puedo dejar.
Desde adentro permanezco, entonces.

15 jul 2015

Desde aquí

Desde que empieza a terminarla, sufre.
Desde que tiene el deseo de tenerla, sufre.
Desde que termina y empieza otra, piensa.
Desde que sufre, hasta que piensa, siente.
Desde que siente, hasta que sufre, aprende.
Desde que aprende, hasta que aprehende, sabe.

Desde que sabe que aprende, sufre por pensar.
Desde que pensar, no consuela, ni hace feliz, sufre.
Desde que sufre hasta que se calma, se apichona.
Desde que se apena hasta que se divierte, se aburre.
Desde que se aburre hasta que se enoja, se pierde.
Desde que se pierde hasta que encuentra, busca.

Desde que busca hasta que encuentra, olvida.
Desde que olvida hasta que recuerda, olvida otra vez.
Desde que escribe hasta que llega a decir algo, trabaja.
Desde que la vio hasta que la tuvo, anduvo de levante.
Desde que la deliró hasta que se enamoró, volvió el amor.
Desde que la amó hasta que la odio, se volvió solitario.

15 jun 2015

Retiro

Desde Dadá Bistro avanzaba aproximándose en un auto polenta, tipo 6 am. como un proxeneta y su grupo de putos hacia un giro que esperaba parada en la calle Guido ser abordada/o por una parva de duros, cerca de la embajada británica, como un señuelo para entrar al cabaret "Sodoma", listos para tomar champagñe y correr al baño a perfilar lineas para limitar el pase. Venía arrimándose sigilosamente cerca de las tristes murallas del cementerio de la Recoleta. Nadie lo sabía excepto algunos fantasmas del pasado que sabían añorar los buenos tiempos. Iba a durar un toque más, hasta las 9 am. para que le expliquen supuestas técnicas de selección de personal, en un edificio ubicado en la esquina de Esmeralda sobre Santa Fé, esto que en el mercado laboral se llama, muy superficialmente, desde adentro, recursos humanos (RRHH), "psicología organizacional y/o laboral". Más allá de las tranzas que puedan hacer los negociadores de las ART, gremialistas, sindicalistas, capos de los sistemas operativos. Yo había estado leyendo ciertos libros de Sábato: "Hombres y engranajes", "Heterodoxia", "Sobre héroes y tumbas", entre otros límites de la trascendencia del surrealismo. Mis intenciones era intercambiar hasta discutir algunos puntos de vista sobre literatura argentina cerca del Hard Rock. Nadie quería volver a Plaza Francia para quedarse estatuido frente al MNBA, ni podía entregarse a estudiar, ni intercambiar opiniones con un candidato de tamaña locura y exigua experiencia en cultura empresarial cuando el microcentro porteño se acercaba al alba. El postulante declaraba ser competente ante algunas paredes, cucarachones de tribunales, ratas queridas, y algunos que otros profesionales de la salud, la educación y de las fuerzas armadas. Esa era la gente que no podía decidir sobre el futuro de la empresa. Eran el gobierno del estado, la empresa de la corporación y el alma de piedra. Así estaban las cosas en la Av. Libertador. Tenía que volver atrás para seguir adelante arriba del taxi.

3 jun 2015

Clases magistrales III

Una vez sostuve una lágrima que con mi dedo índice recolecté cuando pendía de la punta de la nariz de un pequeño ser de quien manaba de sus verdes ojos, escurriéndose por el drenaje de un pliegue, casi sutilmente, se podría ver como un grieta de poros. Al evaporarse, me dejó un rastro de sal, un recuerdo cristalizado. Todo elemento tiene que pasar de un estado a otro, por una particularidad atómica de la materia. Al fin y al cabo, el pasto seco es un excelente material de construcción para el nido de las aves. El barro, tal vez, se usó antes que el adobe en las construcciones. El punto al que quiero llegar, para ir al grano, es que los elementos existieron desde siempre, fue el dominio de las artes del hombre, lo que los hizo ser útiles y funcionales a sus necesidades básicas. Cuando tuve por segunda vez un libro sagrado, me dediqué a leerlo y cada día empecé a ser consciente de que se trataba, mis acciones debían ser divinas y así fueron, los seres que me rodeaban eran todo lo que tenía, y lo que era mio estaba al alcance de todos, porque no era de nadie. Así me hice amigo de las flores y amante de los animales. Desmaterializándome con la renuncia diaria, de hecho, perdí la noción del tiempo, el espacio y el valor de todas las cosas.

2 jun 2015

Clases magistrales II

En la música, la melodía le hace un lugar a la poesía. Sin letra era solo musicalidad canturreada, una tarareada tarada perdida en la eternidad imaginaria, de fonemas desarticulados y balbuceos acompañados de firulitos. Dimos vuelta los sintagmas y la lógica proposicional para así darle vida a una canción capaz de ser sinfónica por su sencillez y a la vez infinitamente compleja dentro de las posibilidades del universo. Se escribía jugando a hacer el amor con las palabras, mientras ellas hacian el amor. Esa era la consigna. Dar la nota en tiempo y forma, era la clave de su armadura. Así la voz y el alma se hicieron una sola entidad. Las cosas alrededor no eran más que entes que permanecían inertes con su luz incandescente, aun tenue, brillaban acrecentándose a medida que unas a otras se enardecían hasta llegar al sol de una mañana trastornada imposible de alcanzar por las nubes del alba; lejos de la noche cubierta de luminosas estrellas que perdían su encanto ante una luna llena de poder atractivo. Pensaba, después de esa cátedra en la catedral como hacer para saber que tan grande es esa afición al infinito.

1 jun 2015

Clases magistrales I

En el ajedrez, la dama mata porque no quiere que se muera el rey. Dimos media vuelta y todo se volvió tan distante que daban ganas de patear el tablero para armar todo de nuevo. Hubo un silencio de blanca con punto y la materia en su inerte quietud, atractiva, tal cual era, se quedó tal cual estaba. Sin fuerzas físicas; pura química. Me intentaron explicar lo importante que es la ingeniería y me declaré menos inteligente que los demás, aunque en verdad, yo no lo era. No presté atención a las demostraciones experimentales dentro del laboratorio, pero entendí que si no la cazaba al vuelo me quedaba afuera para siempre en un vacío sideral. Tuve que atender. Entonces, me sentí capaz de pedir una explicación científica. Me preocupaba la estática y el magnetismo: la sobrecarga, la descarga y la solución perfecta. No pasaba por el álgebra de los matemas lacanianos, ni por la geometría platónica. Era algo mucho menos abstracto, algo que se trataba de fuerzas opuestas, de la materialidad que existe más allá de la lógica binaria de la cibernética y la teoría de las probabilidades. Era un paseo por el universo, otra vuelta más. Es decir, un fenómeno de "máxima importancia".

27 may 2015

Hiperosmia

Me pregunto cómo es que puedo tocarle las manos a un pequeño ángel anoréxico, a causa del alcaucil en vinagre y otros trastornos varios, con complicaciones de naturaleza clínica; que no son solo de personalidad, sino del pelo, de la piel, y las uñas, o sea, una persona no bulímica angustiada, cuasi suicida. Una terapia posible sería algo similar a la que le indicaría una manicurista, esto es, un esmalte que sea la antípoda relacionada con la cantidad de papilas gustativas que tenga para gustar, o propiamente dicho, disponibles más allá de su particular sentido del gusto, paralelo a su desarrollo macro-micro-glósico ; me refiero a un sabor que le dé asco para no meterse los dedos a la boca y dejarlas crecer, hasta cortárselas; no como lo hizo su madre, sino a la medida de su padre. Hablando de lo corto y lo largo de las uñas en una mujer ansiosa, podríamos darle una categoría pulsional a esta compulsión manual que no existe en los manuales. Veamos, no solo la mierda, los dientes y los fluidos son signos pulsionales hasta hacerse sintomáticos para que valga la pena tenerlos como objeto de estudio en esta disciplina que se denomina, la psicología. Muchas veces, cuestioné que en las tres fases, es decir, los tres periodos pulsionales del desarrollo sexual infantil, los psicoanalistas nunca incluyeron un estadio primigenio al oral, siempre quise sostener que la fase nasal es de capital importancia en casos de cocainomanía crónica, aunque entiendo que el lóbulo de la ínsula, es decir, la parte más primitiva del cerebro atrofiado a partir de la bipedestación evolutiva; parece que hay personas que tienen buen olfato y que simplemente, no es justo catalogarlos como impulsivos que padecen de “hiperosmia”, un trastorno alucinante o alucinatorio, típico en las psicosis, como todos los que me llaman la atención. No todo el mundo huele bien. Hay una salvedad excepcional que debe hacerse al tratar este trastorno, los alcoholistas fumadores.  Más allá de las investigaciones de corte longitudinal que puedan hacerse referidos a la comorbilidad con los trastornos bucales que puedan existir a partir de sujetos que se “chupan el dedo” y las deformaciones que este hábito genera, deberían tener un correlato clínico. El problema es el siguiente, no hay articulaciones entre la odontología y la psicología. Campo inexplorado en un punto ciego, porque no existen todavía explicaciones científicas que justifiquen, a ciencia cierta, la correlación entre el bruxismo y la personalidad,  excepto los trastornos temporo-mandibulares y el TGD. Me pregunto por qué al seguir el rastro de la psiquiatría y la urología, como para determinar, que el macro-orquidismo en la infancia es un síntoma que tiene validez científica para diagnosticar el TGD.  Al relegar como un regalo funciones que competen a ciertos campos de la investigación, me siento responsable.

25 may 2015

Platónico

Uno se hizo otro al unirse al universo y así fue como se fue del mundo.
Una noche en un lugar hubo una fuga de uno solo hacia un solo sol.
Un día en un lugar la teúrgia lo llevó a partirse en dos para dar más.

Le oraba tanto que aprendió un nuevo sofisma para estar despierto.
La doraba con tanta platería porque áurea era el aura de sus almas.
Lo adoraba porque podía darle luz al verse en la espesa oscuridad.

Inmanencia de las cosas innominadas de las propiedades sin casas.
Intoxicarse con alcohol lo arreglaba todo porque era así de simple.
Inmutables como siempre porque nunca jamás lo habían pensado.

La triada trémula que toca el trémolo inspirado por la tremolina.
Ligados concatenados, progresivos, regresivos, a toda velocidad.
Lunes sublunares bajo el mismo signo de una estrella mortecina.

Enopio (El padre que estaba enamorado de su hija),

Orión (el que orina) por violar a Mérope (una de las 7 Pléyades), corre de escorpio.

el puñal que no pudo sacar Esculapio (el resucitador), por la furia que era la de Zeus, culpa de Era.

Las tres Marías son solo estrellas de una constelación mítica que algo tiene de Apolo y Aurora.   

19 may 2015

Misofonía en un caso de pseudología fantástica


El alienado decía ser un arreglista, que había estudiado en el conservatorio de música del IUNA y tenía oído absoluto desde que se lo diagnosticó un otorrinolaringólogo en un servicio de fonoaudiología. Aquella vez, en la que fue a odontología a romper las pelotas a las 5am. diciendo que se le atragantaba la glotis y que tenía el paladar perforado. Para el sujeto era un trastorno mental que había desarrollado a causa de escuchar rock psicodélico por las noches y jazz progresivo en las mañanas. En una de sus tantas paralogías, argumentaba que no soportaba que las sirenas, los teléfonos y el timbre de su casa estuvieran afinados en la misma nota; pero ciertamente, lo estaban, por algo golpeaba la puerta. Fue internado en la clínica después de varios episodios de manía aguda, con abscesos purulentos de furia inusitada. El paciente dirigía sus ataques histéricos a toda orquesta contra sus instrumentos musicales y aparatos que provocaban su hiperestesia acústica. El desencadenante no siempre aparecía en las mismas condiciones, era la misma nota lo que se repetía; no importaba si la escuchaba ejecutada por un instrumento de cuerda frotada, percutida o pulsada, de metal, alto, soprano, tenor, barítono, membranófonos, daba igual; la respuesta violenta era siempre la misma, aunque la intensidad variaba según el volumen del sonido. Eran pocas las melodías que podía escuchar sin enfurecerse, pero había un leitmotiv que con solo verlo escrito en un pentagramas calmaba de inmediato la iracundia lacerante de su genio y anestesiaba su sensibilidad moral. Porque según él: “En las canciones como en la vida, hay cosas que no se pueden escuchar”. Una tarde de otoño se encontraba sentado en un banquito y desde la calle a su balcón llegó una bocina que le hizo destruir el bidé a botellazos. Lo que nos indica claramente que si era un alcoholista, consumidor de vitaminas y adicto al calcio, impulsivo y sin estigmas degenerativos. Humor de mal gusto. Al principio, era de suponer que la irritabilidad era un síntoma de su cuadro psicopatológico, que debía ser diferenciado para determinar su enfermedad mental y el origen de sus alucinaciones auditivas. Tenía la irracional costumbre de recitar algunas frases célebres, o “máximas del pensamiento” de los “máximos representantes”, como decía, del psicoanálisis, para seguir sabiéndose culto. Inclusive, simulaba sobreactuando sus síntomas, exageraba hasta el paroxismo varios tipos ideales de enfermedad mental. Entonces, se decidió que el psiquiátrico era prioritario, que debía ir ahí a jugar a los dados, a las cartas, al ajedrez, a contar chistes, y a decirle al primero que se le cruce lo que se le ocurra a propósito de lo que piensa y lo que siente. De eso se trataba la vida remitida a lo cotidiano detrás de los viejos muros, a lo desabrido de la comida sin sal, a la sin razón del mundo sin ton ni son de los acéfalos. 

Así abrió las puertas del manicomio cuando tuvo la llave del sistema.

                                    Anastomosis de mi “Cerebro en flor”
                                     Por: El secretario de los alienados 

La bella alma era forma inmediata sin sentido de sí.
En su bello cuerpo llevaba escrita la divina leyenda:
Tu belleza sea eterna como mil sonrisas bien reídas.
Inmortalidad consciente de las palabras sin sus voces.
Cada vez que las escuches… acordate de lo que dice Hesse.
Imagines que las escuchaste... no te olvides de lo que dijo Lacan.
Al menos acostumbrate al silencio total en el día de tu cumpleaños.


22 abr 2015

Modelos y Teorías IV

En "la dialéctica del deseo y la demanda” Lacan de entrada nos dice: “Nada ínter subjetivo...” posterior a las fases del desarrollo pregenital del sujeto infans, en la dialéctica del reconocimiento de las primeras demandas preedipicas*, o sea, en los estadios oral y anal, en los que predomina para ambos sexos, el lazo con la madre en una relación dual”... podría establecerse si el Otro no habla..” de los verdaderos Otros que están más allá del muro del lenguaje (Introducción al Gran Otro) “... porque es propio de la naturaleza de la palabra que sea la palabra del Otro”. “El deseo está obligado a la mediación de la palabra y esta palabra solo tiene su estatuto en el Otro como lugar de la palabra”; porque toda palabra llama a una respuesta a colmar el vacío que primeramente se hace oír, tiene que haber de todas, una que funde el acto como verdadero y esta, es la palabra del Otro plena de sentido, la que se funda en la existencia del Otro como un sistema de coherencia posicional, en el que la autonomía significante y el significado están siempre en relación dialéctica para remitirnos al otro objetivado, el Otro inconsciente estructurado como un lenguaje que se rige por sus leyes operatorias de un orden cerrado, de oposición y diferenciación, sobre los dos ejes de la selección y la combinación. “Hay que percatarse de que sin la estructuración del significante ninguna transferencia de sentido es posible.”.
 El sujeto, por su parte, depende del deseo del Otro, de la palabra del Otro que modifica, reestructura y aliena profundamente el deseo del sujeto que desde su inconsciencia vocifera significantes, para que su demanda se haga oír cuando llegue como mensaje al Otro como sede del código y tesoro de los significantes, para que allí sea decodificado, sancionado y aprobado; y para que el mensaje, retorne, sea reabsorbido en el S como una respuesta del Otro significante plena de sentido, con el debido reconocimiento de las necesidades que en realidad demanda, o no.
“A nivel de la demanda, el sujeto reconoce un deseo más allá de la demanda, un deseo no adulterado por la demanda, lo sitúa más allá del primer Otro (significante materno) al que dirige sus demandas.”
En esta dimensión, hay entre el sujeto y el Otro una relación de reciprocidad que hace que el niño sea para la madre algo más que un objeto dependiente (re-sumido en la impotencia motriz) que ataca con su instinto de conservación todas las partes de su yo. El niño tiene que estar investido del falo para ser la causa de deseo del Otro. “Más allá de lo que el sujeto demanda, más allá de lo que el Otro demanda al sujeto, se encuentra en esta instancia, lo que el Otro desea”. En la dialéctica del deseo, el niño de entrada se encuentra Es súbdito de la ley de la madre simbólica. En los tres tiempos lógicos del complejo de Edipo (no cronológicos) Lacan articula con el complejo de castración: las operaciones de los significantes que están en relación con el significante privilegiado, el falo; y las consecuencias que tiene en la posición del sujeto respecto al deseo para darle una nueva significación a la génesis del sujeto y las causas de la escisión subjetiva en el anudamiento de los tres registros, real, simbólico e imaginario..
           
*La escuela de Melanie Klein, analizando las fantasías más arcaicas, las escenas originarias, introducen “la imago de los padres acoplados”. Lacan concibe de preedípicas las relaciones triangulares entre niño-madre-falo, interviniendo este último como objeto fantaseado del deseo de la madre”

“En el primer tiempo del Edipo, lo que el niño busca es poder satisfacer el deseo de la madre”. El a = “el yo” del Niño súbdito, es tomado como objeto de otro objeto-sujeto, a´ = Madre fálica, que ocupa, en realidad, un lugar privilegiado al estar representando al Otro primordial, A. El niño se halla presente con sus objetos investidos de libido narcisista y la madre investida del falo. El neonato paranoide, en el primer narcisismo, capturó la imago especular del yo ideal ("Urbild")  Al haberse precipitado sobre una matriz simbólica primordial, el yo es otro, está sujeto al Otro que habla por él en el registro simbólico y quién lo sostiene mientras el yo del sujeto se constituye en una Gestalt.. El sujeto como es excéntrico, depende de los significantes que se colocan en A y “desde este punto in constituido donde se encuentra va a tener que participar esta partida por lo menos con su imagen”. La angustia existencial de Hamlet*, es para el niño toda una cuestión, y esta es, la de “to be or not to be” el objeto de deseo de la madre. En este momento el padre introduce la función imaginaria del falo simbólico que va a constituir al (Je) en la subjetivación de sus primeras simbolizaciones de la falta, en las enigmáticas idas y venidas de la madre en la que el niño con más o menos, suerte o astucia, alcanza a descubrir que asociada a la ausencia de la madre, está la presencia del objeto del deseo del Otro, el falo. Así es como el deseo de Otra cosa hace su entrada, cuando la metáfora paterna “. actúa en sí, al estar la primacía del falo ya instaurada en el mundo externo del símbolo y la ley”, pero el niño no capta el resultado. No es consciente.
En el estadio nodal negativo, más allá de la demanda del niño de ser o del tener de la madre, ante la ausencia o presencia del Otro; en el segundo tiempo del complejo de Edipo, la metáfora paterna opera con su función de corte. La ley primordial de la interdicción del incesto, es impuesta a la díada por el padre todo poderoso privador; que bajo amenaza de castración, tanto para el niño que desea ser el falo de la madre, como para la madre fálica interviene haciendo la primera aparición de la ley, revistiendo el falo como real, de hecho porque la madre es dependiente de un objeto que ya no es simplemente el objeto de su deseo, sino que el Otro tiene o no tiene. Esta remisión simbólica en el discurso de la madre, a una ley que no es la suya sino Otra que está más allá de su propia ley y capricho, fundamentada en el Padre, invoca el significante que está prohibiendo a la madre del objeto de su deseo, dando autoridad al texto de la ley que no se opone a la satisfacción del deseo sino que permite su aparición; porque a lo que se opone la ley de castración no es al deseo, sino al Goce de la pura satisfacción perversa que para Freud estaría más allá del principio del placer. A diferencia del goce, el deseo, es siempre insatisfecho, como ejemplo, lo es el deseo de la “Bella Carnicera” que le demandaba al marido que no le dé caviar, porque inconscientemente su deseo se realizaba al “no querer” ser devorada como huevos de centuria por el marido o no querer de. Al formular la demanda en palabras, intenta satisfacer su deseo, si a la histérica el marido le diera caviar, no podría desear más nada, ya no sería un sujeto supuesto al deseo, sino el objeto de deseo de lo que falta en el Otro. La bella carnicera necesita de un deseo insatisfecho porque cree que sería posible satisfacerlo: cuidando que su marido no la satisfaga, se resguarda de la posibilidad de ser colmada. Con el caso Dora Lacan introduce la  fórmula de la identificación histérica (S  a) y la falta S (A).
 En el tercer tiempo de la triangulación edípica, cabe preguntarse ¿Quién es el padre? Es el que representa el super-yo que contiene el ideal del yo del niño, es quien promulga la ley a la salida del complejo; pero ya no es solo el padre imaginario con el que el niño se identifica; ni tampoco el padre simbólico, que ocupa el lugar del padre muerto cuando entra en la cadena significante para sustituir en el Otro, el significante del deseo de la madre por el significante del Nombre del Padre, para inaugurar toda significación como fálica por ser él, el portador de todo el peso de la ley, Sino que es el padre real, el padre potente que ha demostrado que daba el falo, solo en la medida que es portador de la ley. Es el padre que puede dar o negar, porque lo tiene, pero del hecho de que lo tiene, tiene que demostrarlo con pruebas que él tiene porque él es el falo. Por esto puede producirse un giro que reinstaura la instancia del falo como el objeto del deseo deseado por la madre y como el objeto del que el padre puede privar porque es él el poseedor del pene, tiene potencia genital. De esta etapa depende la salida positiva del Edipo con la identificación terminal masculina del niño con el Padre y la elección de la madre, como objeto de amor. Del declive del Edipo surge la estructuración de la personalidad, la formación del Super-yo es correlativa a la renuncia de los deseos incestuosos por la interiorización de la prohibición; si hay represión se produce la amnesia infantil y la entrada en la latencia. Además de la orientación sexual hacia el objeto de amor por la vía de la identificación; queda por el complejo de castración inconsciente instaurado en el sujeto la relación entre el falo, el deseo y la ley.
Este es el nódulo de las neurosis y el punto  de anudamiento de los tres registros donde el deseo y la ley se hacen inseparables en el complejo de castración inconsciente.
En las fantasías (“Urphantasien”) imaginarias del drama edípico, el niño en sus averiguaciones sobre la sexualidad (Wissenstrieb) “..se formula la hipótesis de que ambos sexos poseen el mismo aparato genital (el masculino)”..”la niña crea una teoría al ver los órganos genitales del niño diferente a los suyos. Lo que hace, es sucumbir a la envidia del pene, que culmina en su deseo de ser también un muchacho.” Freud (1908.) Cuando el S (que adquiere la estructura a partir de que cae en “..el complejo de castración inconsciente que tiene una función de nudo..”) descubre las consecuencias de la diferenciación sexual anatómica (fálico o castrado), aparecen dos posibles salidas que van a dar el ratio de su deseo en relación con su partenaire, “a saber, la instalación en el sujeto de una posición inconsciente sin la cual no podría identificarse con el tipo ideal de su sexo”: O el chico en la fase fálica se hace el que no sabe nada, o sea, reprime (neurosis); evita (fobia); o desmiente horrorizado la percepción del órgano mutilado, renegado (psicosis).  En la niña hay tres salidas:

1)    Se da cuenta que no tiene (castrada) manifiesta hostilidad a su madre renegándole que no le dio, no la hizo con el falo que ella envidia.
2)    Como la madre no le dio, redirige su deseo al falo paterno, que si el padre no es perverso, también se lo negará. Y así será dos veces frustrada.
3)    Hace con su deseo inconsciente la ecuación simbólica (“penisneid”) “pene=niño”, mientras espera recibir el falo paterno transmutado en un niño.
Entonces, en el registro ley normativa en la salida del Edipo y la entrada en la latencia, implica para el niño,: la separación imaginario el padre simbólico del complejo de castración, para instaurar la del niño de la madre bajo amenaza de castración, una perdida; la angustia; la supervaloración narcisista del órgano genital masculino preservado. Para la niña. el complejo de castración es la salida de la etapa preedípica y la entrada en el complejo de Edipo con el consecuente cambio de objeto y zona directriz. Porque constata que está castrada, siente que fue privada del falo, alguien se lo negó, deduce en un primer momento que la madre no le dio y le es hostil porque la niña cree que la madre tiene y a ella la hizo sin falo, la hizo con una falta; cuando percibe que la falta en la madre se desilusiona porque ella tampoco tiene y esto le produce una herida narcisista, por ser dos veces frustrada en la búsqueda del objeto de amor en su deseo negado de recibir el falo, primero por obra y gracia de la madre y después por el padre.
Cuando el Otro, hace un llamado a la verdad desde el registro civil, el hospital o la escuela y demanda la inscripción del chico, pregunta ¿Cómo se llama el chico? ¿Cuál es su apellido? ¿Nombre del padre, tutor o encargado?. Es porque el deseo del Otro, invoca al Padre como una realidad suprema. Demanda la presencia, de alguien más allá de la madre, a declarar que es el apoderado del niño, porque este, llevará en la instancia simbólica su apellido inscripto en el real. Así opera el significante del falo. En la Significación del falo, Pág. 673: ”Que el falo sea un significante es algo que impone que sea en el lugar del Otro donde el sujeto tenga acceso a él. Pero como ese significante no está ahí sino velado y como razón del deseo del Otro como tal lo que al sujeto se le impone reconocer, es decir el otro en cuanto que es él mismo sujeto dividido de la Spaltung significante”
Queda demostrado que el deseo del sujeto se localiza y se encuentra primero en la existencia del deseo del Otro, en cuanto deseo distinto a la demanda..La demanda se refiere en si a Otra cosa que a las satisfacciones que reclama. Es demanda de una presencia o una ausencia; los efectos de la presencia son en primer lugar una desviación de la necesidades del hombre por el hecho de que habla, en la medida en que sus necesidades están sujetas a la demanda, retornan a él enajenadas. El mensaje es emitido desde el lugar del Otro. Lo que se manifiesta como una necesidad ha de pasar por los desfiladeros de la demanda, es decir, dirigirse al Otro. En el lado opuesto se produce un encuentro, o no se produce, que ocupa el lugar del mensaje, o sea lo que es significado del Otro. Hay una escisión consciente, por la Spaltung que separa lo que el sujeto desea y lo que el Otro demanda.. Y una marca inconsciente que deja significados los efectos del significante falo, que es significado por el significante que no está  presente en el Otro sino como algo faltante.
            La función del falo es que es aquel significante que marca lo que el Otro desea, en cuanto el mismo, como Otro real, está castrado, tachado por la falta del significante privilegiado que da la razón del deseo. “Es aquel significante particular que en el cuerpo de los significantes designa los efectos sobre el significado...si su produce algo más allá del deseo tenemos la relación (S  D)” .
“Más allá del la palabra vacía y la super-palabra plena, está la de la ley inscripta en el inconsciente del sujeto  por el padre simbólico y a este nivel se simboliza la castración del Otro, con el falo como el significante del deseo del Otro castrado = S (A). El S (barrado) simboliza al sujeto supuesto al deseo inconsciente, atravesado por el deseo del Otro, y cuando escindido hace uso de la palabra para dirigir sus demandas más allá de lo que dice, puede, como suele pasar, no saber lo que le  dice al Otro, o hablar más de lo necesario para tener la respuesta a un pregunta que no hizo, pero que se formula en el Otro o más allá, donde encuentra el residuo; en el lugar donde tenga que dar con su deseo se va a producir accidentalmente el sujeto, como un efecto que va a revelar cual era su posición subjetiva, su deseo respecto al Otro como objeto del deseo, como tal, el falo que es percibido como falta en el lugar de su propio falo; siendo o teniendo en presencia o ausencia de lo que está como falta en el S (A) . “El sujeto, lo mismo que el Otro...no puede bastarse con ser sujeto de la necesidad, ni objeto de amor, sino que deben ocupar el lugar de causas del deseo” (Pág.671)
El falo no es ni un fantasma, ni un objeto, ni siquiera parcial o interno, es el significante del deseo sexual. El deseo como lo que se encuentra más allá de la demanda, plantea expresamente, aunque no lo demande, al Otro como ausente o presente, como el que da o no esta presencia o ausencia. Es decir que la demanda en el fondo es demanda de amor, demanda de lo que no es nada, ninguna satisfacción particular, demanda de lo que el sujeto aporta por su pura y simple respuesta a la demanda. Si la introducción de la demanda supone alguna pérdida con respecto a la necesidad, lo que se pierde es necesario encontrarlo más allá. Lo que encontramos en este más allá es precisamente el carácter de condición absoluta que se presenta en la deseo que desde luego está tomado de la necesidad. ¿Cómo formaríamos nuestro deseos, si no fuese tomando prestada la materia prima de nuestras necesidades?. El deseo, sea el que sea, en estado de puro deseo, es algo que arrancado del terreno de las necesidades, toma forma de condición absoluta con respecto al Otro. Es el resultado de la sustracción de la necesidad con respecto a la demanda de amor. Por eso el deseo sexual ocupará este lugar problemático. Por otra parte, con respecto a la demanda de amor, esta necesidad sexual se convertirá precisamente en deseo. El deseo sexual se presenta con respecto a la demanda de amor de una forma problemática. El Otro entra en juego desde el momento en que el deseo sexual está en cuestión bajo la forma del instrumento del deseo. El deseo sexual en tanto que se formula como pregunta y no todo es reductible al lenguaje, no hay una palabra para expresar el deseo. Pero el significante del deseo, precisamente no es lo mismo que nada.  El sujeto del deseo se camufla en el significante del deseo; al acceder al lugar del deseo, el otro no se convierte en absoluto en el objeto total, sino que se convierte totalmente en objeto, como instrumento del deseo. Esta escisión revela dos posiciones del Otro. Una es como el otro en cuanto Otro, como lugar de la palabra, aquel a quien se dirige la demanda, aquel que puede o no puede dar amor. Dar amor es dar lo que no se tiene, justamente porque como no se tiene se trata de amor. La otra condición del otro es como objeto del deseo. Aquí se plantea la dificultad para abordar el deseo sexual, cuando el Otro, como objeto de deseo, es percibido como falo, y en cuanto tal, es percibido como falta en el lugar del propio falo. El deseo en cuestión, en particular el deseo del inconsciente, es el deseo del Otro y el falo es el vértice, el punto de equilibrio. Es el significante por excelencia de la relación del hombre con el significado y por esta razón se encuentra en una posición privilegiada. La inserción del hombre en el deseo sexual es una problemática especial y es, que está sujeta a la dialéctica de la demanda. En la medida en que esta siempre pide algo que es más que la satisfacción a la que apela, y va más allá. De ahí el carácter problemático y ambiguo del lugar donde se sitúa el deseo, Este lugar siempre está más allá de la demanda en tanto que la demanda apunta a la satisfacción de la necesidad, y está más acá de la demanda en tanto que la demanda, por estar articulada en términos simbólicos, va más allá de todas las satisfacciones a las que apela, es demanda de amor que apunta al ser del Otro, a obtener del Otro su amor cuando el sujeto le pide al Otro que le dé lo que está más allá de toda satisfacción”

Volviendo al origen, faltaría agregar la cuestión de la necesidad  y el deseo para  Freud. Sostendremos desde la línea del pensamiento freudiano que la necesidad (Bedürfnis) responde, más allá del principio de placer a las pulsiones de conservación en contraposición a las pulsiones de muerte. Esta se dirige a un objeto específico con el cual se satisface y que el deseo inconsciente es una fuerza constante que empuja al sujeto hacia la consecución del placer (distensión) y pone en movimiento mecanismos inconscientes del aparato psíquico que intentan reestablecer de manera alucinatoria anhelos conscientes insatisfechos siguiendo huellas mnémicas de las primeras vivencias de la satisfacción en las experiencias del sujeto.Freud  en “Pulsiones y sus destinos” (1915) postula el instinto como una fuerza constante y concibe la necesidad como un estímulo instintivo procedente del mundo interno (del cuerpo) que se suprime con la satisfacción que se obtiene a través de la transformación de la fuente del estímulo interno. Los estímulos externos se pueden suprimir con el acto muscular, la fuga motora como un movimiento eficaz para no-percibir. “Si consideramos la vida anímica desde el punto de vista biológico se nos muestra la pulsión (“Triebe”) como un concepto límite entre lo psíquico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos del cuerpo que arriban al alma”  Introduce los cuatro componentes de la pulsión y dice a propósito del (“Objkt”): “El objeto es la cosa en la cual, por medio de la cual puede la pulsión alcanzar su satisfacción. Es lo más variable, no se halla enlaza a él originariamente, sino subordinado a él a consecuencia de su adecuación al logro de la satisfacción” “El objeto es aportado primeramente al yo...el mundo externo, el objeto y lo odiado habrían sido al principio idénticos. Cuando luego demuestra el objeto ser una fuente de placer es amado”  “Después de la sustitución de la etapa puramente narcisista por la objetal, el placer y el displacer significan relaciones del yo con el objeto.. Cuando el objeto llega a ser fuente de sensaciones de placer surge una tendencia motora que aspira a acercarlo e incorporarlo al yo. Hablamos entonces de la atracción ejercida por el objeto productor de placer y decimos que lo amamos. Inversamente cuando es fuente de displacer lo odiamos, sentimos la repulsa del objeto como la primitiva tentativa de fuga, el odio puede intensificarse en la (“agressióntrieb”), incluso hasta la destrucción del mismo. En último término podríamos decir que el instinto ama al objeto que tiende para lograr su satisfacción..Así pues la palabra amar se inscribe cada vez más en la esfera de la pura relación de placer del yo con el objeto y se fija estrictamente a los objetos sexuales; su empleo comienza únicamente con la síntesis de todos los instintos parciales bajo la primacía genital, para el servicio de la reproducción. La “relación objetal” desde Freud aparece en 1905 como una cuestión de elecciones y desviaciones de la sexualidad perversa y polimorfa del sujeto infantil. Melanie Klein y la teoría de las relaciones objetales proyectados e introyectados, llena de significado las relaciones del sujeto con los objetos: la defusión del quantum de instint, de los instintos de vida y de muerte que se libera en el nacimiento, junto con la escisión del yo, como un primer mecanismo defensivo ante las pulsiones de aniquilamiento que divide los objetos en buenos y malos al atribuirle en sus fantasías más arcaicas estos caracteres propios de un dualismo pulsional, que representa un conflicto entre la vida y la muerte, el amor y el odio. La imago del pecho bueno, que gratifica y satisface es introyectada cuando el lactante proyecta su amor sobre el objeto parcial, bueno, asegurador, benévolo. A la inversa, la imagen del pecho malo cuando no satisface y produce la angustia persecutoria, se forma correlativamente al rechazo que produce la retirada del objeto parcial odiado, al que el sujeto en sus fantasías sádico-orales proyecta su frustración, agresividad y sadismo al querer devorarlo. Del clivaje, que produce la (lo que entendió por “Spaltung” Klein) escisión del yo y de los objetos parciales, en buenos y malos, se va a constituir por introyección un Super-yo temprano en la posición depresiva, 2da posición en la que fundamentalmente se intenta reparar el objeto dañado en la posición esquizo-paranoide para unificarlo en una síntesis como un objeto total que es bueno y malo mediante la inhibir la agresividad por el miedo al aniquilamiento del objeto del yo precario por el regreso de la pulsión de muerte que se vuelve hacia el yo (antes sádico, ahora masoquista) de manera retaliativa.    
            Acerca de la teoría de la realización de deseos que postula  Freud en la Traumdeutung...”podemos preguntarnos de donde procede el deseo que se realiza en el sueño. Hallamos entonces tres posibles procedencias del deseo:
1)    Puede haber sido provocado durante el día y no haber hallado satisfacción a causa de circunstancias externa, entonces perdura por la noche un deseo reconocido e insatisfecho.
2)    Puede haber surgido durante el día, pero haber sido rechazado, y entonces perdura en nosotros, un deseo insatisfecho pero reprimido.
3)    Puede hallarse exento de toda relación con la vida diurna y pertenecer a aquellos deseo que solo por la noche resurgen emergiendo de lo reprimido.
4)    Puede ser de una necesidad biológica (sed, hambre, etc.)) que produce como en el “sueño de comodidad” de manera alucinatoria, la satisfacción, es decir, la supresión fantaseada de la necesidad interna, adecuando el estímulo a la fuente irreal que es objeto del deseo inconsciente. (Véanse los sueños experimentales de Maury)

“Si es cierto que existe un sistema inconsciente, no puede ser el sueño su única manifestación. Todo sueño es, desde luego, la realización de deseos; pero tiene que haber también otras formas de  realizaciones anormales de deseos distintas al sueño. Así es, en efecto, pues en la teoría,  todos los síntomas psiconeuróticos tienen que ser considerados como la realización de deseos inconscientes.” (1900)

Del sueño infantil (véanse los tres ejemplos modelo que da Freud en “La interpretación de los sueños” Cap III “El sueño es una realización de deseos”) como el sueño que hace posible la realización de deseos que quedaron insatisfechos durante la actividad anímica del día anterior, y como el tipo de deseo que logra la satisfacción alucinante. Lacan va a introducir : “lo que podemos llamar necesidad, pero lo que llamo ya de entrada el deseo, porque no hay estado original de pura necesidad. Desde el origen, la necesidad está motivada en el plano del deseo, es decir, algo que está destinado en el hombre a tener cierta relación con el significante...De hecho, nuestra experiencia de los sueños más simples, no es la de una satisfacción tan simple como cuando se trata de la necesidad del hambre. Es algo que se presenta con su carácter de exceso. La pequeña Anna Freud sueña con lo que ya se le ha prohibido a la niña: cerezas, fresas, frambuesas, flan; todo lo que ha entrado en una cadena significante por haberle sido prohibido por Freud para que recupere su bienestar estomacal haciendo una dieta de abstinencia. “No sueña simplemente con lo que respondería a una necesidad, sino con lo que se presenta en forma de festín (véanse que Freud  lo llama el “menú de comidas deseables”) traspasando los límites del objeto natural de la satisfacción de la necesidad. Este rasgo es esencial.”.
              .
“Adición metapsicológica a la teoría de los sueños” (1915-1917)

            Distingue dos regresiones; una  tópica, la cual compromete al desarrollo del yo, y otra temporal, que es la del desarrollo de la libido y el retraimiento de las cargas de objeto, así como también de todas las cargas de los subsistemas Inc. y  Prec.. en el estado de reposo.. Esta última llega, en el dormir, hasta la reconstrucción del narcisismo primitivo*, y la primera, hasta la fase de la satisfacción alucinatoria de deseos...Sabemos que el sueño es absolutamente egoísta...el narcisismo y el egoísmo son la misma cosa. La única diferencia
está en que el termino narcisismo, acentuamos que el egoísmo es un fenómeno libidinoso. El deseo de dormir intenta retraer todas las cargas emanadas del yo y construir un narcisismo absoluto..” Al acostarse con el propósito de dormir, se despoja el hombre de todas las envolturas que recubren su cuerpo y obra igualmente con su psiquismo desvistiéndolo y renunciando a la mayoría de sus adquisiciones psíquicas; reconstituyendo de este modo, en ambos casos, la situación que hubo de ser el punto de partida de su vida. El dormir es somáticamente, una reactivación de la existencia intrauterina con todas sus características de quietud, calor y ausencia de estímulo. Muchos hombres llegan durante el sueño a volver a la posición fetal. El estado psíquico del durmiente se caracteriza por un retraimiento casi absoluto del mundo circundante y la cesación de todo interés hacia él.”


En el proyecto de una psicología para neurólogos nos dice Freud, a propósito de la vivencia de satisfacción: “La repleción de las neuronas tendrá por resultado una tendencia de descarga, una urgencia que se libera hacia la vertiente de la motilidad. La primera vía que es recorrida en tal proceso, es la que conduce a la alteración interna (expresión de las emociones, grito, inervación muscular, que no agotan la tensión) que consigue una alteración en el mundo exterior (aporte alimenticio, aproximación del objeto sexual) que, siendo una acción específica, tratándose de el organismo humano es, en un principio, incapaz de llevar a cabo esta acción específica, realizándola por medio de la asistencia ajena, al llamar la atención de una persona experimentada sobre el estado en que se encuentra el niño, mediante la conducción de la descarga por la vía de la alteración interna (por ejemplo, mediante el llanto) Esta vía de descarga adquiere así la importantísima función secundaria, el apaciguamiento del lactante en estado de indefensión original, (“Hilflosigkeit”) el desamparo del ser humano se convierte por la presencia del objeto en una fuente primordial de todas las motivaciones morales. Una vez que el individuo asistente ha realizado para el inerme el trabajo de la acción específica en el mundo exterior, el segundo se encuentra en situación de cumplir sin dilación, por medio de dispositivos reflejos, la función que en el interior de su cuerpo es necesaria para eliminar el estímulo endógeno; la totalidad de este proceso representa entonces una vivencia de satisfacción...Así, la vivencia de satisfacción conduce a una facilitación entre las dos imágenes mnemónicas (la del objeto deseado y la del arco reflejo) que en el curso de la descarga producida por la satisfacción estas huellas quedan vacias de quantum. Con el reestablecimiento del estado de necesidad o de deseo, la catexia pasa también a los recuerdos reactivándolos. Es probable que lo primero en experimentar, de esta activación desiderativa (similar a una pseudo-percepción, o sea, una alucinación), sea la huella mnémica del objeto.”. Más allá de este resultado actual, la experiencia implica varias consecuencias:
1) En lo sucesivo a la satisfacción queda unida a la imagen del objeto que ha procurado la satisfacción, así como a la imagen motriz del movimiento reflejo que permitió la descarga. Si aparece de nuevo el estado de tensión, la imagen del objeto se recatectiza y la reactivación del deseo produce una alucinación.
2) El conjunto de experiencia (satisfacción real y alucinatoria) constituye el fundamente del deseo. En efecto, el deseo tiene su origen en una búsqueda de la satisfacción real, pero se formó según el modelo de la alucinación primitiva

. En la “Interpretación de los sueños”, Freud describe en forma análoga la vivencia de satisfacción y sus consecuencias, aportando a este respecto dos nuevos conceptos, identidad de percepción e identidad de pensamiento: el sujeto busca siempre, por caminos directos (alucinación) o indirectos (acción orientada por el pensamiento) una identidad con la percepción que quedó unida a la satisfacción de la necesidad. La experiencia de satisfacción real o alucinatoria constituye el concepto fundamental de la problemática freudiana de la satisfacción y en esta se articula el apaciguamiento de la necesidad y el cumplimiento del deseo inconsciente que tiende a realizarse restableciendo, según leyes del proceso primario, los signos infantiles ligados a las huellas mnémicas de aquella vivencia primitiva en la que dejó las marcas de sus pisadas en esas arenas.. 
Louis Althusser, en sus escritos sobre el psicoanálisis. “Freud y Lacan”  Cap II. Se pregunta: “¿Cuál es el objeto del Psicoanálisis? Es el inconsciente y sus efectos en el adulto sobreviviente de la espantosa aventura, que del nacimiento a la liquidación del Edipo transforma a un pequeño animal engendrado por un hombre y una mujer en u pequeño niño humano....que ese pequeño ser biológico sobreviva es la espantosa prueba que todos los hombres adultos superaron con la amnesia; son testigos y muy a menudo victimas de esta victoria.”  Con el surgimiento de la lingüística estructural Lacan reinterpretó a la luz de la teoría sassureana el campo freudiano. Esta metafórica intervención con la que sustituyó el modelo de la física energética de Helmholtz por el modelo estructuralista del lingüista francés le permitió precisar que “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”  y reinterpretar la teoría freudiana al pié de la letra. “Freud en su primera gran obra la “Traumdeutung” (que no es anecdótica ni superficial) había estudiado los dos mecanismos o leyes que rigen el proceso primario, reduciendo el inconsciente a sus dos variantes: el desplazamiento y la condensación. Lacan reconoció en ellos las dos figuras esenciales designadas como la metonimia y la metáfora. De esta manera el lapsus, el acto fallido, el witz, el síntoma y las demás formaciones del inconsciente, se volvían como en el sueño mismo, significantes inscriptos en la cadena de un discurso inconsciente, la del S humano. La primacía del hecho del lenguaje, es porque este es el único objeto y medio de la práctica analítica y por él, sus silencios, escansiones y ritmos, adviene lo que cura en la transición de una palabra vacía a una palabra plena que se da en la situación de cura con la realización del sujeto en la asunción de su historia, asignada y designada bajo la ley del lenguaje, en el que se da y se fija cristalizado todo conocimiento del Orden humano, bajo la ley de la Cultura, que es volverse humano. Los tres grandes momentos de dicha transición:”

1)                 Preedípica: Relación dual en la que el niño no puede valerse por más que un alter ego, la madre que escande su vida por medio de su presencia (da!) y de su ausencia (fort!) vive esta relación dual con la fascinación imaginaria del ego en la que el mismo es este otro, tal otro, cualquier otro, todos los otros de la identificación narcisista primaria.

2)                 En el Edipo: Surge una estructura ternaria sobre el fondo de esta estructura dual, cuando el padre se mezcla como intruso para introducir el Orden Simbólico,. He aquí la comprensión conceptual que debemos solo a Lacan.


3)                 En la castración: El niño resuelve no tener el mismo derecho (falo real) que su padre tiene sobre su madre. Se produce la escisión radical de la subjetividad del niño. Así obtiene la seguridad de tener algún día no muy lejano.



21 abr 2015

Parafilias

La “Advertencia” del DSM-IV T-R: “Los criterios diagnósticos de  la clasificación de los trastornos mentales, no incluyen todas las situaciones que pueden ser objeto de la investigación científica y social fuera de la clínica. La correcta aplicación de los criterios nos limita.”

Antes de entrar en temas sociales relacionados con el apartado de los trastornos de la identidad sexual que se van a tratar, vamos a hacer una salvedad sobre el diagnóstico.

El diagnóstico de parafilia es muy difícil de realizar con el DSM-IV. El diagnóstico es exclusivo del sexo masculino y de su prevalencia en la población, sabemos que la mitad de los casos que aparecen en la clínica con este trastorno son sujetos casados con problemas maritales y la otra mitad, sujetos con problemas legales o antecedentes judiciales por abuso sexual deshonesto, prostitución o pedofilia. La sabiduría clínica sugiere que las perversiones son raras en mujeres. Este punto de vista ha cambiado gracias a los resultados de la investigación empírica de Louise Kaplan (1991) que demuestran que las fantasías perversas son comunes también en las mujeres. Comúnmente el diagnóstico se le hace a sujetos que tienen como característica esencial, fantasías sexuales de tipo excitantes, que implican, durante al menos 6 meses (Criterio “A”) los 3 siguientes criterios propuestos por el DSM-IV TR:
           
1)      Objetos no humanos = Inanimados = “Fetichismo”= “Travestismo”
2)      La humillación de si mismo y la pareja =“Sadomasoquismo”= Activo/Pasivo
3)      Niños y personas que no consienten = Exhibicionismo /Voyeurismo/ Frotteurismo (contra la voluntad de la víctima) / Pedofilia

Subtipos, especificaciones y procedimiento de tipificación:

“El estímulo preferido es específico y se presenta episódicamente, por esto los individuos pueden escoger un “hobby” (por ej. “Carnavalear”), hasta ofrecerse voluntariamente para trabajar en un oficio en el cual pueden estar en contacto con el estimulo deseado. (Ej. Pintar cuerpos desnudos, confeccionar lencería erótica y decorarla con lentejuelas rojas y negras, trabajar en o para la carroza). Asimismo y de manera selectiva pueden mirar, comprar y hasta coleccionar videos, fotos, recuerdos y todo el merchandising que se imaginen para estimularse. Los individuos también son capaces de funcionar sexualmente sin el fetiche. Para el exhibicionista, el voyeurista, el frotteurista y la pedofilia tiene que efectuarse el diagnóstico cuando el individuo ha satisfecho en el acto preverso su necesidad y encuentra en la conducta desviada la única vía de descarga (distensión) de la pulsión sexual (tensión) para la ganancia de placer. Las personas que tienen estos comportamientos raros no padecen ni sufren malestar por ello, o sea que, las fantasías son egosintónicas. El único problema es el conflicto social. (Discriminación, segregación y renegación). Las relaciones sociales pueden verse afectadas porque a la gente puede resultarle vergonzosa y hasta repugnante. Si hay malestar clínico, social, laboral, académico significativo o deterioro en las demás áreas de actividad del individuo, se diagnóstica (Criterio “B”). No es raro encontrar más de una parafilia en un mismo sujeto. En el Eje I del registro multiaxial se incluyen los trastornos clínicos y otros problemas que puedan ser objeto de atención”. Estos son los códigos de las parafilias:

  Síntesis diagnóstica incorrecta:
          Ej.: Eje I: “Trastornos de la identidad sexual”                                                                                -F 65.0: “Fetichismo” (Emplea objetos inapropiados “Criterio C”)
                                -F 65.1: “Fetichismo transvestista” (con/sin disforia sexual)
                                -F 65.2: “Exhibicionismo” (exclusiva/no exclusiva x ambos sexos)
                                -F 65.3: “Voyeurismo” (Contempla la intimidad de Otros)
                                -F 65.4: “Pedofilia” (Interés por infantes de edad pre-puberal)
                                -F 65.5: “Masoquismo” (Recibe humillaciones; Placer = Dolor)
                                -F 65.5: “Sadismo” (Inflige sufrimientos; Dolor = Placer)
                                -F 65.8: “Frotteurismo” (Viola por contacto y roces)
        -F 65.9: “Parafilia no especificada” (Categoría “Residual”)

Ojo:       “Si hay más de una, hay que diagnosticar todas”

Curso: Algunas parafilias pueden tener su inicio en la infancia, como en los casos de fetichismo transvestita y sadomasoquismo; pero su desarrollo se define y elabora mejor en la adolescencia, o en los primeros años de la vida adulta cuando se comienza a practicar la actividad sexual perversa. El exhibicionismo y el voyeurismo son desviaciones del instinto formadores de la constitución del yo, aparece en las primeras vivencias sexuales de la infancia porque es inherente a la disposición persa polimorfa  del sujeto infans. En un primer momento la mirada aparece como sostén pulsional; la exposición del propio cuerpo en los niños es algo natural, no es patológica, ni un vicio. Todos lo individuos tienen fantasías, pero cuando por la intensidad de estas se produce la alteración de la conducta  y se cronifica haciendo que el deseo del sujeto necesariamente dependa de una sola escena o cosa en la que legitima o encuentra su goce, es una fijación perversa a la que el sujeto vuelve en estados anímicos regresivos.

Respecto a los síntomas asociados al trastorno, dependientes de la edad, el sexo y la cultura: El “sex ratio” es de 20 hombres por 1 mujer. El síntoma propio del frotteurismo se manifiesta en la adolescencia, la prevalencia es entre los 18 y 25 años. Para considerar la pedofilia como un trastorno el paciente debe ser mayor de 16 años y su víctima o partenaire tiene que ser 5 años menor que el. No hay mucho más en DSM. En rigor, la psicopatología como ciencia natural, no tendría que tomar por verdadera la falacia lógica del relativismo que sostiene, que una proposición puede ser verdadera para uno y falsa para otro. Relativismo cultural es esto: lo que se considera desviación en una cultura puede resultar aceptable en otra. Suponer afirmativo “Que la única verdad absoluta es que no hay verdad absoluta” relativiza la realidad. La incidencia de los intereses y perspectivas del sujeto en el saber científico objetivo, es cuestionable. (Searl) Una crítica del construccionismo social a la supuesta objetividad del positivismo, sostiene que más allá de la triangulación: “teoría, método, objeto” y abarcándola está la “metateoría” fundamentada en la cosmovisión que el científico tiene de la realidad, sus intereses, prejuicios y necesidades. Todo lo que él, es, piensa y siente. (Ibáñez)

Diagnóstico diferencial: Las parafilias deben diferenciarse del uso de fantasías y objetos inanimados del comportamiento sexual que los sujetos normales tienen para estimularse, es decir que deben compararse con las fantasías y objetos “no-patológicos”. Exhibicionista no es el que por retraso mental, demencia, cambio de personalidad debido a una enfermedad médica, como es el caso, por ejemplo de  la incontinencia urinaria a causa de una vejiga neurogénica, tiene que orinar en la vía pública, ni tampoco el que lo hace en estados tóxicos inducidos por el abuso de alcohol o consumo de sustancias, ni el esquizofrénico que tiene una descompensación en un episodio psicótico. Voyeurista no es el público que asiste a un espectáculo cultural temático de arte erótico, como lo es, por ejemplo, el carnaval (Del it. carnevale, haplología del ant. carnelevare, de carne, carne, y levare, quitar, y este calco del gr. πκρεως) de Rio de Janeiro o de Gualeguaychú, Entre Ríos.
El par Exhibicionista/Voyeurista tiene un núcleo latente en las neurosis; por eso tampoco es anormal una playa nudista institucionalizada por la hermenéutica del lenguaje, como un escenario donde normalmente el turista anda desnudo. Lo mismo con todos los demás subtipos. Mientras el escenario supuesto a la perversión esté legitimado por el consenso social, la conducta por más perversa, aberrante, grosera y desviada que pueda parecer, cuando está dentro de las predicciones del contexto social, no es patológica hasta que se demuestre lo contrario, y acá está el límite de la cuestión, ética y moral, de la supuesta libertad y de la trasgresión al código social de la influencia dominante, donde los criterios parecen una banderita en el horizonte.

“Moral y ética”     

“Las dos palabras son consideradas corrientemente como sinónima. Ética deriva del griego “ethos”; la Moral, del latín “mos” y ambas significan costumbre, hábito”. En su significación más antigua ethos indica la morada, el lugar donde se habita. La Ética alude al planteo y tratamiento sobre los actos morales. La moral hace referencia al “conjunto de prescripciones admitidas en un tiempo y un espacio”. Nunca encontramos un grupo que conviva sin una serie de normas, reglas o principios prácticos. Toda acción moral, es acción social, en tanto que comporta un ingrediente axiológico normativo que hace que los sujetos no permanezcan indiferentes frente a la sanción que su conducta le provoque al Otro, como la sede del código, el que aprueba o censura. Y ello se debe a que la ley moral, es decir, la norma ética se impone a la conducta, los actos del sujeto como un “deber ser”. La esencia misma de toda norma moral en el Otro, es, por un lado, su obligatoriedad, en la medida que expresa el deber ser, y por el otro, la posibilidad de su violación, en la medida en que se funda en el supuesto de la libertad.

Pocos trastornos psiquiátricos están cargados con tantos matices moralistas como las parafilias. Ninguna conducta puede ser calificada de moral si no es en relación a cierta legalidad que está por encima de las leyes de la naturaleza. Así es como la amoralidad, como la anomia, consisten en la ausencia de las normas  éticas. La inmoralidad reside en la violación de dichas normas por “minorías activas innovadoras que oponen resistencia a las formas que han sido establecidas por la mayoria conformista, conservadora de la homogeneidad de ideas, que obedece al control social por la eliminación de las diferencias y la sumisión a la norma” (Moscovici, 1976).
 Para determinar que un individuo es anormal, cuando se trata de sexualidades necesario establecer una norma clara del comportamiento ¿Quién establece esta norma? ¿La mayoría pasiva o las minorías activas? ¿La filosofía de las costumbres? ¿Acaso es la psiquiatría psicodinámica moralista, la que cumple con la función superyoica de garantizar para la supervivencia del ser humano, que se repita en la ontogenesis la ley filogenética inconsciente inscripta en la mentalidad sexual de las neo-sexualidades en la actualidad? McDougall (1986) con respecto a las relaciones de objeto de las neo-sexualidades sugiere que la conducta sexual evoluciona de una matriz complicada de identificaciones y proyecciones de los conflictos eróticos y deseos de nuestros padres.

En un esfuerzo por no ser peyorativo en su definición de parafilias, el DSM-IV ha sugerido restringir el término solo a situaciones donde se utilizan objetos no humanos y en la cual niños y adultos no consentidores están implicados. Para abordar la patología y la predicción de las conductas del enfermo, en un continuo determinado por la fantasía y la acción el DSM-IV tiene un espectro de gravedad:

1)      Leves: Los trastornados por fantasías irrealizables
2)      Moderados: Llevan sus urgencias a la acción ocasionalmente
3)      Graves: Actúan repetidas veces en parafilias compulsivas.

La terminología norteamericana propone una desinfección de las connotaciones pecaminosas y desagradables que tiene el concepto “perversión” para sustituirlo por el concepto “parafilia”. La perversión de la teoría freudiana aparece en 1905 “Tres ensayos para una teoría sexual infantil” y supone una desviación al acto sexual normal; existe cuando el orgasmo se obtiene por la zona anal y cuando se subordina a condiciones extrínsecas (fetichismo, transvestismo, voyeurismo, exhibicionismo, sadomasoquismo y la bestialidad. Dice: “Por razones estéticas, limitaría a los enfermos mentales ciertas aberraciones de la pulsión sexual pero no me es posible, porque en las personas considerados normales, en individuos considerados sanos también aparecen conductas sexuales aberrantes…Son anormales sexuales muchas personas que han seguido el desarrollo cultural, cuyo punto débil continuará siendo la sexualidad”.
En el “Fetichismo. La sustitución inapropiada del objeto sexual” Freud, agrega que es indispensable para llegar al acto sexual normal un poco de contemplación y toqueteo. “El ocultamiento del cuerpo exigida por la cultura, mantiene despierta la curiosidad sexual para su descubrimiento…puede derivarse hacia el arte sublime cuando es posible arrancar el interés de los genitales y dirigirlos a las formas con fines artísticos más elevados.” “Existen casos en que el objeto sexual normal es sustituido por otro relacionado con el, o que tiene como característica ser inapropiado para el fin sexual normal, esto es propio de las conductas aberrantes con desviación respecto al objeto. El sustitutivo aparece cuando circunstancias externas e internas dificultan o alejan la consecución del fin sexual normal (impotencia, costo elevado del objeto, peligros del acto sexual) favorecen como es comprensible, la tendencia a permanecer en los actos preparativos convirtiéndolos en nuevos fines.”. Stoller sostuvo que el individuo es perverso, cuando el acto erótico no lleva a la cópula, y no lo es cuando se logra establecer una relación íntima y estable. En “Pulsión y sus destinos” (1915) ilustra de forma ejemplar como los instintos y sus objetos están divorciados. La pulsión es independiente del objeto. En las perversiones las fantasías se vuelven conscientes y son expresadas como actividades placenteras. Freud sostiene que “la neurosis es el negativo de la perversión”, los síntomas neuróticos son manifestaciones que representan una transformación de las fantasías perversas reprimidas; los síntomas neuróticos son fantasías perversas desexualizadas. En la visión clásica las perversiones pueden ser fijaciones o regresiones a formas infantiles de sexualidad que persisten en la vida adulta (Fenichel) Algo de la experiencia sexual infantil se desplaza a la consciencia. Un acto perverso se vuelve un procedimiento fijo cuando está ritualizado como la única vía que lleva al orgasmo genital. El factor decisivo que le impide al sujeto conseguir el orgasmo en el acto venéreo es la “ansiedad de castración” Las perversiones se asocian con la función de la negación de la castración femenina y el mecanismo psicótico predominante es la “renegación”.

 Freud respecto al sadomasoquismo, estimó la complejidad de las dos perversiones clásicas y lo que hay de determinante inconscientemente en el proceso de este par antitético que representa en el siguiente cuadro. Digo perversiones clásicas porque el sadismo es un término que se deriva del Marqués de Sade y el masoquismo invoca el nombre de Leopoldo von Sacher-Masoch. Son conocidas las aficiones amorosas de Masoch: jugar a hacerse la víctima, dejarse cazar, atar, hacerse infligir castigos, humillaciones e incluso dolores físicos por una mujer corpulenta, cubierta de pieles y con un látigo en la mano; vestirse de criado, acumular fetiches, disfraces, formalizar “contratos” con la mujer amada de turno, llegando si fuese necesario a prostituirla. Siendo niño presencia disturbios callejeros y revueltas. En la "Psicopatía Sexual" primer edición de 1886 Kraft-Ebing utiliza la figura de Masoch para definir un comportamiento perverso. Kraft-Ebing, latiniza el nombre de Masoch y lo transforma en "Masochismus" relacionándolo con una serie de actos y comportamientos eróticos de perversidad sexual. Sacher-Masoch protesta inútilmente contra la utilización de su nombre y él no se reconoce en esa descripción de "perverso". Retornando a Freud:

A)    El sadismo consiste en la violencia ejercida al objeto, contra el otro distinto.
B)     Este objeto es abandonado y sustituido por el propio sujeto. Con la orientación contra la propia persona, queda realizada también la transformación del fin activo del instinto en un fin pasivo
C)    El masoquista es objeto de un sujeto sádico. A consecuencia de la inversión de la polaridad Placer/Displacer, se produce una regresión del yo a la fijación de la fantasía sádica primitiva, en la que el yo se proyecta es el objeto activo y al identificarse con el sujeto agresor, realiza el fin sádico de causar el dolor al otro en la realidad psíquica.

 “La investigación del otro par antitético de los instintos, Exhibicionismo/Voyeurismo, cuyo fin es la contemplación y la exhibición (escopofilia y exhicionismo en el lenguaje de las perversiones) nos proporciona resultados distintos y más sencillos. Las fases son”:

A)                          La contemplación como actividad orientada hacia un objeto ajeno. La fórmula: “Uno contempla un órgano sexual = un órgano sexual es contemplado por uno mismo”
B)                           El abandono del objeto, la orientación del instinto de contemplación hacia una parte del cuerpo de la propia persona, y con ello la transformación en pasividad y el establecimiento del nuevo fin: “Ser contemplado”; la fórmula de la escopofilia: “Uno contempla lo ajeno
C)                           El establecimiento de un nuevo sujeto al que la persona se muestra para ser por él contemplado. “Un objeto puede ser uno mismo o parte de uno es contemplado por una persona ajena”

            La polaridad Actividad/Pasividad no son dos caras de una misma moneda de escasa circulación. Son dos instintos sexuales que están íntimamente relacionados con el par Masculino/Femenino = Fálico/Castrado. A causa de la Actividad/Pasividad, es decir, del patrón de la conducta instrumental relacionada con la busqueda del placer en el mundo externo y la descarga de la tensión, se deduce que el voyeur sufriría o gozaría de deseos exhibicionistas inconscientes y que el exhibicionista tendría un núcleo sádico y una identificación masoquista. Son distinguibles a nivel consciente, en el proceso secundario, más regidos por el proceso primario resultan complementarios y homogéneos. En el exhibicionismo según Fenichel, el sujeto al exhibir y exponer sus geniales a mujeres o niñas extrañas se reasegura que no está castrado. La reacción de shock que produce en el Otro, le da un sentimiento de poder respecto a la víctima del sexo opuesto; sentimiento que le ayuda a hacer frente y elaborar la angustia de castración. Estos actos, típicamente pueden seguir, cuando el ofensor  se sintió humillado por la mujer; tras esto el sujeto se venga escandalizando a desconocidas. El acto exhibicionista de descubrir el Falo en sus tres dimensiones llama la atención porque, revela la posición, el ratio del deseo del sujeto respecto a su sexualidad. El sentido del síntoma, es para el sujeto egosintónico.
 La cara opuesta, el voyeur también está implicado en la violación de la privacidad de una mujer desconocida. Fenichel vinculó la tendencia a una fijación en la escena primaria infantil en la cual el sujeto presencia o escucha las relaciones sexuales de sus padres sadomasoquistas. Ambas estructuras psicopáticas tienen conductas agresivas articuladas en los bordes corporales de las zonas erógenas, bucal y anal y en la escopofilia, en la mirada del ojo morboso. Mitchel (1988) observó que ambos, tanto el exhibicionista como el voyeur tienen una cualidad en común, esencial y típica de todas las perversiones: “Una dialéctica entre superficie y profundidad, entre lo visible y lo invisible/oculto, entre lo expuesto y lo retenido”. El travestismo desde una perspectiva psicoanalítica implica la noción de una madre fálica y se interpreta mejor cuando tiene su causa en la infancia y de manera más apropiada remitiéndonos al concepto winnicotteano del espacio transicional. Desde el punto de vista clínico, Freud ha demostrado, como el fetichista transvestista encontraba en su fetiche un objeto substitutivo del falo materno cuya ausencia reniega y que el sujeto se identifica en el acto de travestirse con la madre que no está castrada. En el DSM, tropezamos con un concepto la “autoginefilia”; significa que el travesti heterosexual tiene representaciones sexuales en las que se imagina a si mismo como mujer. En la experiencia freudiana en el análisis de la psicosis del presidente Schereber también aparece la “autoginefilia”. Freud entonces, propone que lo perverso de la actividad sexual cumple con 3 criterios:

1)      Se focaliza en regiones no genitales del cuerpo. (Parcialización. ej. pies)
2)      En vez de llevar al coito con su partenaire, la sustituye. (Aberración, desvía)
3)      Tendencia a ser una práctica exclusiva de un individuo. (No grupal, íntima)

“Nuestra sociedad históricamente legitimó una concepción de sexualidad única, normal, sana y legal que se contraponía a cualquier otra concepción de sexualidad. Esta noción niega la evidencia de la existencia de sexualidades diversas y diferentes orientaciones sexuales e identidades de género. Desde la religión y la medicina se ha intentado definir y disciplinar la sexualidad clasificándola en dos sexos. Se han establecido códigos binarios, basados supuestamente en la inapelabilidad biológica, instituyendo jerarquías y desigualdades, que han sido consagradas como legales a través de la normativa estatal, negando el derecho de identidad sexual a un número considerable de seres humanos que no pueden ni quieren ser encasillados en este orden, ya que reconocen una diversidad de diferentes orientaciones sexuales.
La identidad sexual se construye a través de un complejo proceso en el que operan una multiplicidad de variables en la historia de los individuos, que no es objeto de este Plan discutirlas. Sin embargo, es preciso reconocer que existe en nuestra sociedad un espectro de diferentes expresiones de la sexualidad: gays, lesbianas, bisexuales, homosexuales, travestis, transexuales, transgénero, intersexuales, etc.  En todo caso, con el objeto de evitar prescripciones taxonómicas, nos referimos a una diversidad de orientaciones e identidades sexuales.” (INADI, 2000).

El DSM no incluye datos que asocien cuantitativa o cualitativamente la relación del fenómeno del travestismo y la prostitución. Por esta razón, en este agujero, donde peca el sistema norteamericano voy a articular el real de la situación de Capital Federal, que en su instancia suprema límite, es representado por la ley. Para dejar atrás la sexualidad del siglo XIX, es necesario plantear como está la cuestión en el ámbito legislativo en los comienzos del siglo XXI. ¿Sigue siendo obsceno un trava mostrando las tetas parado en Godoy Cruz, en los bosques de Palermo, o en las puertas de Constitución? Si. Sigue siendo un acto obsceno porque el lugar es inapropiado. La calle es la vía pública y por la vereda puede circular o parar, gozando del libre albedrío, cualquier ciudadano. Cuando digo cualquier ciudadano, estoy mintiendo. Según lo que dictaminó el Juez Marcelo Vázques, no es obsceno que un travesti haga sus exposiciones en la vía pública como tampoco es un delito que circule en ropa interior. No existe el delito por “Exhibiciones obscenas”, por lo tanto no hay condena, ni castigo. Al operar la ley 333, de la ley Orgánica de la Policía Federal artículo 5to., inciso 1ro, se autoriza a la fuerza a "detener con fines de identificación, en circunstancia que lo justifiquen y por un lapso no mayor de veinticuatro horas, a toda persona de la cual sea necesario constatar sus antecedentes". La fuerza policial, cuando procede a la averiguación de los antecedentes, interviene en el núcleo del conflicto y abreacciona el afecto reprimido que el travesti o transexual tiene con su identidad. Las personas travestis y transexuales sufren un serio problema con la documentación de carácter nacional que sirve para la identificación de las personas, este es que no se reconoce su identidad de género y son obligadas a cortarse o atarse el pelo, lavarse la cara, cambiar de ropa, etc. Para la ley Argentina 
las personas transexuales y aquellas que adaptaron quirúrgicamente su sexo no pueden cambiar la identidad en sus documentos. La negativa judicial a modificar la documentación provoca en lo cotidiano situaciones de un alto grado de dramatismo: Imposibilidad de conseguir una salida laboral, negación de los más elementales servicios de salud, etc. En la Argentina, la vigencia de la Ley 17.132 (Ejercicio de la Medicina, odontología y actividades de colaboración), en cuyo artículo 19 inciso 4to. establece que los médicos están obligados a "No llevar a cabo intervenciones quirúrgicas que modifiquen el sexo del enfermo, salvo que sean efectuadas con posterioridad a una autorización judicial".
En Argentina, no existe todavía una legislación nacional que proteja y ampare a las personas gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales. Hubo una modificación de la ley antidiscriminatoria nº 23.592 hecha por los legisladores de De la Rúa, para la plena inclusión de la orientación sexual e identidad de género como categoría en la Ley 22.155.  Los artículos que usa el código en contra de los perversos son:

-Artículo 92, que penaliza a quienes “en la vida cotidiana se vistan o se hagan pasar por personas del sexo contrario, dificultando su identificación, afectando la buena fe pública.”
-Artículo 68, que penaliza “a la prostituta o el homosexual que se ofreciera públicamente, dando ocasión de escándalo o molestando o produjere escándalo en la casa que habitare.

Bibliografía consultada:

- “DSM-IV-TR®”; Ed. Masson
- “Introducción a la lógica y la filosofía”; Vicente Fatone; Ed. Kappelusz
- “Pulsiones y sus destinos” S. Freud; Ed. Hyspamérica
- “Psicología de las minorías activas”; S. Moscovici
- “Psiquiatría dinámica en la práctica clínica”; G.Gabbard; Ed.Panamericana
- “Diccionario de Psicoanálisis”; Laplanche y Pontalis