27 abr 2014

La María de Médici

Me pregunto para qué tenés una máquina de fax.
¿Te llegan citaciones judiciales, partituras, cartas de amor?
Atendeme un cachito y no te distraigas. 
Ahora te puedo decir algo por escrito.
A vos no te pagan por escuchar y yo no me callo.
Visto que pagás para que otros hagan su música.
No te cuesta caro solventar una sociedad de fomento.
Maria de Médici, la mecenas de los nuevos músicos.
Pobre rica, tenia mucho talento porque lo compraba.
Todo sea por participar y mandarse la parte: Pagarte.
¡No somos iguales hermana! "Tu verdad la conozco”
(“Como la palma de mi mano, la conozco”). Mentirosa.
El tema no es con vos, ni tu trabajo.
Es con la máquina de fax que odio.
Llamo 2 veces, marco el 7 y 0 onda.
Quiero que sepas que ya no te quiero.
Que tu amor se fue a baraja por fea.
Que la reina del corso es hija de la lágrima.
Que vos sos plomo y yo Mercurio.

[Se que el cloro te deshidrata, te irrita, y el humo reseca tu ojo de vidrio. Ese derrame que tenés en el globo ocular te lo hiciste llorando, y cuando te pescaste un orzuelo me hice pirata. El parche, el garfio, el diente de oro y la pata de palo, no me quedan bien; no tengo barco ni tripulación. Navegar en la más libre de las rutas me da la sensación de que las aguas profundas son calmas. Un viento celeste me sopla la vela, me apaga la luz y sumido en la oscuridad no veo nada, y las manos de las sombras me acarician. Por ahí la mirada entornada de un polizonte medio bizco se deja ver a lo lejos. A mi nunca me gustó sentirme observado. La gente mirona y lechuzona, así como vos, no saben porque los ciegos usan anteojos. Vieja ya te va a empezar a caminar la presbicia. ¡Ojo al piojo!  El miope ve de lejos lo que el hipermétrope no ve de cerca. Hace mucho tiempo que no te veo, y si vieras como estoy no me podrías reconocer. Porque sos chicata, tus ojos son negros y tus fotografías son todas de personas normales y con onda. Gente como vos ídola.

25 abr 2014

MARIALAN

Borrate, Alan. Buena. Alegrate.  Movete. Abrite. Laburala. Arrimá.
Obvio, Alan. Bien. Respetala. Rescatate. Reflexioná. Recuperate.
Nadie, Alan. (No te queda nada). Andá. Buscala. Decile. Dale.
Dale, Alan. Abdicá. Analizá. Acercate. Adelantate. Andate.
Alan, Dale. Disimulalan. Declarate. Demostrale. Deseala.
Da, dad, Alan. Asqueala. (Amigate con la amiga). Apurá.

Aguantalan. Aproximalan. Amainalan. (¿Te gusta hablar?)
La la la lan…Amasalan, amotilan, atalan. (¿Te gusta ella?)
Aguantalan. Apacigualan. Acaramelalan. (¿Te gusta eso?)
No pegues, ni grites, no dejes de alarte.  (¿Te llamabas?)

[No pasa por el hecho de saber si, el hecho de ser la cosa esa, el objeto del deseo, etc. trascienden al sujeto en su perpetuada inmanencia; extrañeza del ser que quiere Idealizar la bandera.  ¡Este hijo de puta es así! Forro. ¡Que ese pase por eso! Eso lo pasa, pese al pasado pesado. Pisado, no pisoteado; pateado no, puteado. Ese es esas zetas, que sin silabear zizea, no es ESSO. Ahora, más acá de eso y ese. Más allá del HDP y la YPF.
¿Quién me puede decir qué es eso?
¿Quién es esa gran persona que dice eso?
 ¿Quién quiere co _ er cosas con esa cosa?
Como quien dice: ¡No da puntada vinhilo!
Sin pinchar, ni cortar, pinta la Parca.
Sin comerla, ni beberla, Baco.
Sin más.

Me gusta la Rupia.

9 abr 2014

Traumdeutung

No le pasa muy seguido, por eso es un hecho insólito, pero es posible. Sucede una vez al mes, en un despertar sin resaca, y es por eso que tiene el melancólico poder de recordar todo el ayer perfectamente bien, con la clarividencia que le da la lucidez; amanece sintiéndose capaz de olvidarse por un momento de su heroína soviética Bluma Zeigarnick para evocar sin el menor esfuerzo mental: sueños, rostros, libros, conversaciones, pinturas, poemas, canciones, actos, animales, árboles, autos, programas, prospectos, pastillas, golosinas, deberes, colegios, alumnos, profesores, etc. Activa la gestión, de puro vivo que es, sin pensar en oro, plata o cobre, sus deudas se disipan, y se entrega a rememorar reminiscencias de vivencias sin su característico onanismo verbal, es decir, ese goce fálico de orador, la propalada palabra mistonga del típico escritor nihilista, un hombrecito desgarbado, que suele parecerse a un autómata dadaísta, de esos que le gustan los aplausos y no deja ni por un solo día de entregarse a lo funambulesco, porque denuncia las actividades saludables de personas insanas que no le transmiten buenos aires; esas que suspiran un perfume en su hálito dorado, sin exhalar el vapor etílico para perfumar las calles con una fragancia floral y no fruticosa como la que él emana con sus jadeos y carraspeos roncos y tosidos por sus calles. La gente “lindi” le da rabia porque cree ser un loco lindo, entonces tiene que darse dique con el corte de esas ínfulas para reivindicar una estirpe noble e incestuosa, y asentar cabeza en las mesas del feca, para hablar con la pared de la realeza de lo real; con voz grave y tono señorial, si es invitado muy cortésmente por gente bien; o como es su costumbre en la barra de los bares donde se acoda en el estaño a trasegar cantidades industriales de bebidas alcohólicas, fuertísimas y carísimas, hasta que con actos expresivos maníacos y movimientos disruptivos gesticulantes, traga y fuma entre sus miles de porquerías sacadas de los bolsillos de sus pilchas harapientas de rico, es brutalmente expulsado o cuidadosamente retirado por los dueños del local.
Los que saben a quien describo, no necesitan más características del gran sujeto, del que paso revista para contarles la crónica del día que no tomo ni una sola gota de agua:

Se despertó varias veces, siempre sorprendido de lo felices que son sus paisajes y personajes oníricos cuando no son deformados por condensaciones y desplazamientos por su cerebro dañado, que trabaja para él contratado por un pacto con el ebrio, beodo, el borracho incorregible que es todos los días que tiene plata:

“Yo te adormezco las neuronas, pero no quiero pesadillas, ni insomnio. Mañana pasame la cuenta del deterioro y te doy lo que te cueste lo que valgo.”

La mente la llevó más lejos que lo de costumbre y el cerebro pudo dejarla partir, no es que le dio un ACV. Viajó por los 3 continentes y se dijo:

“Los sueños son más felices y satisfactorias que las alucinaciones”.

Pero esa idea no la podía haber concebido él, que es un pesimista shopenhaueriano.
Dudaba, si la bella mujer de su sueño, la que se le apareció entre las parras de vid y “qusa” (la fruta exquisita que ella le enseñó a escribir y pronunciar, con la forma y el color de una berenjena dulce del tamaño de una uva chinche, que solo crecía en Rusia) fuera la más rica en la Viña, de los viñedos del señor. O si algún santurrón de la radio le había lavado el cerebro mientras dormía; o fue obra de la sugestión de la lluvia hipnotizadora de las Diosas del cielo gris de una noche de otoño.
 No lo sabía, ni lo quería saber. Tampoco le pagaban por interpretar.
¿Qué dirían sus fantasmas en el mundo de las sombras? ¿Qué hacés, dormís? ¡No! No te vamos a dejar que caigas en el estado de sopor que tantas horas de vida te quita.

“Esa gran vida secreta que te das en el silencio de la noche negra.”

Salí desnudo del mausoleo repleto de vid y qusa, donde tuve la visita de la bella dama, y encontré un grupo compuesto por 5 hermosas mujeres; las que alguna vez fueron mis novias, y una de ellas me dijo que esa hermosa mujer, era la hija de Amanda. Cuando me miré hacia el pene, desperté del sueño con una dolorosa erección.
Hace mucho tiempo que tengo priapismo, pero este sueño no era erótico. Fui al baño, hice pis, me lavé la cara y volví a mi diván para reconciliar el sueño, eran las 8:41 am.
Caí en un viaje en micro por áfrica, zona desértica y calurosa. Viajábamos con mi padre, con un pantalón caqui y anteojos de sol, lo reconocí por su característico bigote. (Dormí con su chaquetilla, el ambo marca “Saber”. ¡Algo parecido a un guardapolvo María!)
 Él estaba ubicado adelante mío y mi madre hablaba con el conductor de colectivo, era negro. Al parecer en ese colectivo había un cacharro que era parecido a una taza sopera, ahí uno tenía que depositar sus esputos, orines y materias fecales, como cualquier otra secreción.
Ante lo desagradable de ese recipiente, decidimos bajar en una estación de servicio YPF (¡En el medio de un tour por el desierto del Sahara!)
 Me encontré en el baño, encerrado con un par de botines verdes tirados en el suelo del box; cuando me disponía a tomar cocaína me desperté del sueño. Generalmente me pasa que cuando me voy a fajar de bute, me doy cuenta que es un sueño y me desperté. 9…am.
¿Ahora que sigue? ¿El olvido, la represión o la censura?
En el tercero de mis sueños de aquella mañana, me encontraba con un compañero de colegio secundario; era un colegio católico llamado, PIO XII. En fin, mi compañero es hoy Veterinario y creo que trabaja en Australia; yo le decía: Herr, Herna, Hernio, Hors, “Satelital”, el pibe se llamaba Hernán y su nickname en ICQ era “Splinter”, a su padre le puse Braulio, porque le gustaba el campo y salir a correr por las mañanas.
Volviendo al inconsciente de “ZzZ..Sleeper.ZzZ”.
Caminamos por un lugar muy exótico hablando de esta “bella mujer”, la hija de Amanda, el no sabía nada de ella. Entonces, lo invité a tomar una cerveza; el tema centrofinal era el conflicto que generaba saber quien de los dos la pagaba.
Nobleza obliga, el sabía que yo no tenía plata y yo que él no iba a poner un peso; yo tenía $50 y por eso le dije que vayamos a comprar la birra a la despensa, y no a tomarla al bar. En la puerta del negocio había una escalera de mármol de unos 5 escalones, subí y me encontré discutiendo en la caja con el cajero, un pendejo pajero, con pelo largo rubio y enmarañado, típico “surfer”, que me dijo: “Tomá, con tu compra te regalamos los ravioles” (que venían en un pote como de helado de litro); y la birra me la vendió en un sachet de leche; entonces, cuando me di cuenta que lo que me estaba dando era un yogurt, me amotiné y le dije: Eh! ¡Trolo! ¡Querés descartar los ravioles porque están vencidos! Se los tiré a la rebatiña de a puñados, ¡Hijo de puta!
 Desde afuera del local, ví que adentro apareció esa bella mujer saludándome…Eran las 11:55 am.

“Los sueños, solo sueños son…”

A DREAM

In visions of the dark night
I have dreamed of joy departed.
But a waking dream of life and light
Hath left me broken-hearted.

Ah! What is not a dream by day
To him, whose eyes are cast
On things around him with a ray,
Turned back upon the past?

That holy dream, that holy dream,
While all the world were chiding,
Hath cheered me as a lovely beam
A lonely spirit guiding.

What thought that light, thro’ storm and night,
So trembled from afar.
What could there be more purely bright
In truth’s day-star?


                                   By, Edgar Allan Poe