23 ene 2015

Cogitatum

Una sonrisa vale más que mil muecas desportilladas.
Una risa cuesta mucho menos que una dentadura postiza.
Una facción de trismus es menos que un trastorno témporo-mandibular.
Una mandibula mecánica es peor que una corona de acrílico o de porcelana.

Uno valioso se torno valeroso cuando se lo considera un valor inestimable.
Uno grande se sabe grande cuando se mide con uno de su tamaño y peso.
Uno pequeño se dice a si mismo: ¡Grande! Cuando se le ensancha el alma.
Uno gordo se dice: ¡Flaco! Cuando se compara con el obeso mórbido y graso.

El que agradece se engrandece y crece copando el espacio del que dispone.
El que perece se opaca en su destierro hasta la tumba y allí se erige su busto.
El que sabe enseña hasta el día que el que no, sepa lo que él estaba pensando.
El que nunca supo nada, aprende que la ignorancia es una condición necesaria.

Ella que canta bien, tararea canciones de jazz a la gente sin swing de Brooklyn.
Ella que canta mal, lee pentagramas para ser coreuta en la fabulosa sinfonía.
Ella que piensa bien, graba temas de blues alterando su ego insuflando canciones.
Ella que piensa mal, gasta la grava en su paso que recorre grandes distancias para ir.

Esos, los que creen que creer es una estupidez, son capaces de creer cualquier cosa.
Esos, los que curan queriendo curar el alma, son incapaces de querer curar las heridas.
Esas, las que concursan en pasarelas un cetro y una corona por su belleza, son vanidosas.
Esas, las que caciquéan en la vereda, son unas viejas de mierda del rock. Les cuesta caro. 

Ello es el gran reservorio de los restos pulsionales reprimidos que no salen a la luz del sol.
Ello es parte de todo lo que puede ser ontegenéticamente la filogénesis de los seres de luz.
Ello es todo lo que parte del inconsciente que no puede retornar al sector de la 2da. tópica.
Ello es lo que ellos escriben grabando, mientas un disco gira y jamás se vende ni se compra.

Eso siguió siendo un misterio para mí y todos los que preservan un secreto profesional.
Eso sigue pareciendo la revelación del suicidio en el tribunal del juicio de Dios padre.
Eso seguirá perteneciendo a los retazos de la verdad que no se dice cuando sobra tela.
Eso seguramente no es nada más que una melodía con escalas dóricas y jónicas, eso es.

Esta quiso algo del mundo que la lleve directo donde rondan las estrellas de fuego.
Esta quiere alguien en el mundo que la deje indirectamente donde todo es natural.
Esta querra algún lugar en el mundo donde la tierra sea parte del cielo invertido.
Esta querría alguna mujer de plástico y silicona para amar entre humos de porro.

Estas pudieron estar amasando limones con sus tetas caidas para el gran pollo.
Estas pueden estar amansando limados con sus nalgas endurecidas para la entrega.
Estas podrán estar apaisando limaduras con imanes con sus labios para la devolución.
Estas podrían estar apurando limosnas con cacharros ancestrales para la recolección. 

Esos tristes y amargados psiquiatras de los alienistas alienados en Tierra del Fuego.
Esos alegres y felices enfermos detrás de los muros atiborrados de basura en Salta.
Esos lindos y bellos perfumados de los florales arbustos libres de la Tierra del Agua.
Esos feos y grotescos paramédicos de los accidentes sobredosificados en Bariloche.

22 ene 2015

Serenidad

Seres diamantinos de jaspeado color. Gris.
Esmeriladas placas de petril, vientos. Azul.
Rubicundos rizos ralos de melenas. Amarillo.
Esfinges estatuidas entre egipcios. Añil.
Negrura espacial del universo. Negro.
Iridiscentes intravenosas. Fuccia.
Siniestros álamos. Blanco.
Ignífugos fierros. Rojo.
Mundo inmundo. Verde.
Anales psiquiátricos. Marrón.

Epífita epifanía espectral.
Sedación serotoninérgica.
Anomalía anatómica.

Poronga purulenta.
Ulceración urológica.
Tetraedro tridimensional.
Alteración anormal.

Migueletes es poca cosa.
Amenabar es ámbar dorado.
Lacroze es crucifixión ficticia.

Moldes es una vía regia.
Arribeños es un paralelo.
Roca es un billete de cien.
Iluminar es un pasatiempo.
Alcanzarme es un acercamiento.

Mansilla una masilla. El juego de la silla.
Anasagasti una saga. El tire y afloje la soga.
Las Heras un parque. El escenario sin tarimas.

Pobre la gente que se caga en la leche.
Oriunda de Luján era la virgen niña.
Respeto.

Vieja zorra.
Oportunista.
Sor María.

19 ene 2015

Égloga bucólica

La tremolina de la ventisca primaveral.
La sepia otoñal del pluvioso vendaval.
La verdura que tiene su propio festival.

Los maizales detrás de las cortinas de la cocina.
Los campos, la siembra, las máquinas de arado.
Los días con mi hermana y mis hijas, el pueblo.

El boliche atendido por la alemana abstemia.
El vino, el pan, la manteca, una mesa para uno.
El milongón y las polkas que animan el bailongo.

El viaje a la aldea y sus calles de tierra hermano.
El momento que me regalaron mis amores entre luces.
El que me enseñó a vivir sin suministro eléctrico.

El agua.
El gas.
El oro.

Más de acá se ve mucho más allá.
Más que lo que se puede pensar.
Más solo son triadas en fa bemol.

Eso que llamamos la naturaleza, es Dios.
Eso que mi abuelo le decía a mi padre.
Eso que es tradicionalismo, der folkgeist.

Lo que escucho, es menos de lo que percibo.
Lo que escribo de a poquito a poco, es algo.
Lo que ejecuto sin leer en un pentagrama.

Este que no se come ni con tenedor ni cuchillo.
Este que mama canta por ser un tema bonito.
Este que se baila así mientras te dibujo el ocho.

Cambio de modalidad. Las variaciones son infinitas.
Cambio de compás y la armadura de clave se altera.
Cambio como los granos de maíz pisingallo inflado.

Ella me lo canturreó, más o menos desafinando.
Ella me batió las 40 de frente. Tiempo al tiempo.
Ella bailó cuando toqué hasta llagarme el dedo.

Toda mi alegría.
Toda mi gente.
Toda mi poesía.

Pero no puedo.
Pero no puede.
Pero no podemos.

Porque no.
Porque no queremos.
Porque no nos queremos.

16 ene 2015

AM.María

Que inversa suerte saber toda la verdad cuando de duelo y de fiesta se viste la ciudad. La grandeza del hecho con todas sus miserias. Allá en el barrio María, le han puesto nombre a tu cruz. Los hombres rubios han invocado a su modo tan lerdo y burlesco tu nombre con los equívocos y las letras que leen los ojos de todos los compases en claves polirrítmicas. Setenta veces lo siento, repiten los ecos de las musicales voces en su cántico sagrado: "Vos nunca me alcanzarás". El sueño desabrochado de los pardos bardos inmortales del mercado de las ideas, con sus despertares enwhiskados, y las leches elementales de sus pájaros cautivos. Las rubias mandragoreras morderán tus pechos con colmillos desdentados. Mientras el moño se ata a nueve columnas, una vuelta por mes. Asombrados los hombros encojidos de los hombres apichonados. Mi voz entre todas las voces siempre escucharás en tus auriculares de siliconas para las orejas que se posan sobre las tetas de la nutricia. Ese par de pechos que se hincha cuando se dan y se desinflan cuando ya no tienen nada para dar. Esas formas tan ostentosas de hechicería y carnicería masectomística. Guardando un poco en cada latido, entre temblores panicosos que la ansiedad generalizada genera en las pobres gentes. Cada vez más triste, más pobre, más robada. Menos amada, menos nombrada, menos recordada. Carne de madre y padre matada de un solo tiro. Goteaban sangre tus poros de asfalto. ¡Qué estafa esas espinas que un día nos vendiste, gimiendo en el calvario!. Entre tus goces te acordarás del poeta, el hermano de Caín, besando bandoneones y violines. ¿Adónde fuiste a parar con tu Dios porteño atribulado que amaba a su manera? Al panteón de los recuerdos matados. Se murió tanto que no dejaba de morir. Moría enterrada por dos mendigas propinadas por la moneda de su madre. Entonces la Muerte, dijo por primera vez:
Oí a los poetas, a los pungas y a las locas, hablar de otro mundo.
Oí a la petisa, a las viajeras y a las madamas, hablar de otro amor.
Oí a la puta, a los vagos y a las botellas, hablar en un re muy menor.
Ya su corazón está muerto!
Ya su vida se fue a baraja!
Ya todo es parte del funeral!
Escribí lo que estaba escrito en los muros de las tumbas de los vivos.
Escribí lo que buscaba la hija zondendo un abismo montada en su gato.
Escribí lo que pensaba el hijo condenado al destierro junto a su perro.
Y el alma se atoró de gloria.
Y en la esquina de spleen.
Y así aprendí sus misterios.
A la medida de su vientre.
A la nota de su canto.
A la melodía de su canción.

4 ene 2015

FM.María

¿Cómo invitar a la última cena a familiares protestantes, cristianos, judíos y reformistas? La numerosidad no garantiza la reconciliación de un credo gracias a la virtud teologal. Debería hacerme budista o hinduista, o anabaptista o mormón. La crisis religiosa y el delirio místico siempre van de la mano. Ser turco cuando ronda la turca, es mejor que ser chiíta o sunita, o sufista, o en el peor de los casos, musulmán. Make love, not war… Una húngara que amaba era franciscana y el cura con el que me confesaba yo y un fascista era benedictino, pero las misiones no son propias de los alemanes del Volga, y los rusos aman al prójimo solo porque el amor de Cristo es la vida eterna y el sacramento de nuestra fe; si fuéramos ateos, y si nos pusiéramos a estudiar teología e idiomas como el papa, seríamos agnósticos con fundamento. Una vez tuve una banda de rock judeo-cristiana, compuesta por un crisol de razas. Éramos gente pueblerina de norte a sur. Y todavía dudo, si creer en Dios padre todo poderoso, es solo una ambición de ser creador del cielo y de la tierra. Y si el globo terráqueo todavía gira en armonía, en sentido inverso a la tierra, es porque quiero gravitar. Puede ser que esto llegue a ser un reencuentro en Porriápolis. Si es que todavía estás en Argentina, y no te condenaron a pasar todos tus veranos en José Ignacio. Un año declina y otro nuevo se avecina sin bencina para encender la cocina en la que se cocina la hornacina donde se calienta la bandeja de plata sobre una hornalla de acero sin cocaína; todo esto pasa como los días de tormenta que anteceden a las vísperas del fin de ciclo que pasa, que pasó y que pasará mientras siga pasando y no se corte y se ponga berreta hasta que la corte dictamine cual es la mejor mina en la mina, la que me dejó clavada la espina en la bóveda del paladar ojival. Despertar es como renacer en un parto dividido en el servicio de neonatología, que huele a líquidos meconiales de parturientas putañías y parteras panteístas, a obstetras obscenas y anestesistas psicasténicas, a etanoles y a cesáreas, a niño muerto y a vida nueva, a llanto y a espanto. Lo difícil no es subir, sino mantenerse. Lo fácil no es bajar, sino rebajarse. El conflicto no es tomar, sino amamantar. Aquella toma y no ama, por eso está en un estado esquizo-paranoide, presa sexual de fantasías retaliativas. Oh, Fantasia! Mostrar y no demostrar, es mentirle al mostrador. En la barra o en el barrio, el barro y el bar lo mismo dan. Al verla, verás que lo mismo da: “Dar, morir y amar”

Campos, huertas y frutas.
Jardines, plantas y flores.
Mirlos, horneros y ranas.
Patios, arbustos y yuyos.
Plazas, juegos y perros.
Playas, mares y gentes.
Baldíos, pozos y brozas.
Tierras, bichos y nichos.
Lagos, aguas y enaguas.
Cielos, vientos y tientos.
Fuegos, cenizas y brisas.
Casas, razas y masas.
Veredas verdaderas.
Ocasos ocasionales.
Sales mineral.
Tres, dos, uno y cero.

Y cero, era menos que una suma de los restos de la sustracción adicional de un plus de goce en los dividendos multiplicados de la sumatoria total de sigma, en tanto que, era probable que no sea nada más que un cero a la izquierda, negativo, irreal e insubstancial entre los números romanos.