6 sept 2014

Narciso y Goldmundo

Cuando algo me gusta, lo bato de entrada, me encargo personalmente de hacérselo saber; ahora cuando me parece que no va, que es un bajón, una jugarreta sucia, tiro mala onda. ¿Por qué? Sencillo. Por que me gustan las cosas buenas y aborrezco las malas. Hablo de intenciones o de actitudes, conductas, actos y no de fotos de Tokio. Defectos, tenemos todos, pero cuando hablamos de impresiones, son los números que faltan en el total de la tirada. Ese defecto me lo banco, por defecto, me cagaste, porque la nariz no hace juego en mi cara, la pilcha de catrera y la cara de opa. Te vas a quedar con esa imagen en blanco y negro para siempre Quasimodo. A mi no me perjudicas. Eso si, nunca más una foto de una foto. La gente talentosa, te hace un escorzo, al menos bocetea, intenta darle forma al rostro. No hace escraches. A vos que te gusta el defecto, por eso tenes un feite de escracho. Nada más por hoy.