12 ago 2018

Alma mezquina

Deja de dar, quizás así, tan solo te den algo más de lo que has dado.
Deja de dar, porque no hay bondad ni bonhomía en la caridad ajena.
Deja de dar, que cuando vuelva algo de todo, esto es nada de nada.

Date a todo lo bello y hermoso como tus únicos bienes terrenales.
Date el gusto de darte arte como lo hace tu suicida corazón.
Date tiempo para sentir que sabés pensar lo que sentías.

Devuelve todo lo que te queda de lo mucho o poco que te han dado.
Devuelve lo que nunca vas a volver a ver, tener, ni poseer.
Devuelve con la mano abierta y dejalos que coman de tu palma.

Has que toda tu riqueza sea tu nobleza.
Has que toda tu opulencia se desprenda.
Has que tu luz brille para los que te aman.

Toma tu tiempo, las horas se encierran cada segundo en los relojes.
Toma las palabras de los locos por verdaderos aires de la sinrazón.
Toma enserio tu delirio de grandeza y sabete siempre acrecentado.

Piensa tanto como puedas, de tanto en tanto, reflexiona.
Piensa tanto como puedas, porque pensar no consuela ni hace feliz.
Piensa tanto como puedas, para que cada día eleves una oración.

Actúa, que los escenarios son, tanto para la comedia, como la tragedia.
Actúa, que los anfiteatros y  las plazas son para mistagogos y agoreros.
Actúa, que tu voluntad sea el motor inmóvil que todo lo mueve.

Estos días de ausencias presentificadas en lo real.
Estas noches sin sueños no son para la oniromancia.
Este tiempo presente de un futuro pasado perfecto.