25 ago 2014

Narcolepsia

Seguí no más ventajeando; puede ser una de las causas de mil excusas perfectas.
Urgente, hubo que hacer de todo para que vos puedas desalojar el consultorio. 
Geriátrico gagaista, un rantifuso conventillo. La buzarda y el culo gordo. O sea.
El escabio está vedado o la milonga prohibida y de los amigos queda uno solo.
Sertralineame el síndrome sílfide, vivo dándome dique y nadie me para el carro.
Tozudo, tosco, tembleque. Todo troileado. Tangueado de colgar tantas tangas.
Imagino que la aspirina me infarta; la coca me hace tomar mate. Ni una copita.
Obvio, acomodado, ¿Quién no desayuna leche en psiquiatría con la Doctora?
Nada de caballos, timba, cartas, dados, caña, whisky, vodka, gin. Juguitos si.
Acá se escucha música de campo; el hambre no existe, hay que dejar la guita.
Después, empezó a gastarla en la farmacia, más tarde trabajando ad honorem.
Olvidate del bicho, la frula, el cohete, el champagñe, el vino y tus diccionarios.