11 feb 2015

Gris de madrugada

Despunta la madrugada.
Otro despertar sin sueño.
Las sombras y el haz de luz.
Obnubilando ojos sin brillo.
Resecas y ulceradas córneas.

Pupilómetros en desuso.
Al caer entre las garras.
Nadie lagrimea, vidrios.
Alguien se queda sin voz.
Los secretos cristalinos.

Como el agua del manantial.
Al subir, una mano se extiende.
Nada más que una brisa suave.
Alcanzado por un abrazo largo.
Los ronquidos y los resplandores.

Al parecer, no son solo figuras.
Los álamos de la alborada asustan.
Alucinan las acompañantes.
Nunca perdí el amor.