22 feb 2014

Cancerosos crustáceos

Llamaba sin elle porque ya no existía esa letra doble en su abecedario.
Una cosa, era una sola; otra era el doble; otras no eran más de tres más.
Numismática numerología nominalista, nigramancia, nistagmus, ¡No!
Andenes Alan. Andate ahora. ¿Hace cuánto que no te ven por Acassuso?
Recuerdo rias: rieles reversos, regias reglas. Rectitud rigurosa ¿Reales?
Es siempre así. Es como esperar en una estación donde nunca pasa el tren
Solo así siento que se donde estoy esperando ese objeto que no va a venir.

Llegaba a llamar llorando lluviosas llamas, sobre ella, ellos, aquellos, "ll"
Un tipo, una nami, un café, una masita, un telo, una toalla, un ser, una llave.

Nada, nunca, nadie. ¡Cuàndo? ¡Cómo? ¿Con qué? A ver, veremos viajando.
A veces averigüaría hasta donde llega la nota que note el fondo del abismo.
Tengo dudas, tengo deudas, tengo dioses, tengo dádivas, tengo dadaísmos.
Inconscientes intransigencias itinerantes introyectadas intrauterinas internas.
Canguros, conchas, caballos, cogollos, camellos, centollas, centellas, cabras.
Ostracismos, oniromancias, onanismos, oscurantismos, ominosos orticultores.
Si, se, sin, ser, so sabio! Savias superpuestas, sinceridades sonoras sin sentido.