Uno se hizo otro al unirse al universo y así fue como se fue
del mundo.
Una noche en un lugar hubo una fuga de uno solo hacia un solo
sol.
Un día en un lugar la teúrgia lo llevó a partirse en dos
para dar más.
Le oraba tanto que aprendió un nuevo sofisma para estar
despierto.
La doraba con tanta platería porque áurea era el aura de sus
almas.
Lo adoraba porque podía darle luz al verse en la espesa
oscuridad.
Inmanencia de las cosas innominadas de las propiedades sin
casas.
Intoxicarse con alcohol lo arreglaba todo porque era así
de simple.
Inmutables como siempre porque nunca jamás lo habían pensado.
La triada trémula que toca el trémolo inspirado por la
tremolina.
Ligados concatenados, progresivos, regresivos, a toda
velocidad.
Lunes sublunares bajo el mismo signo de una estrella mortecina.
Enopio (El padre que estaba enamorado de su hija),
Orión (el que orina) por violar a Mérope (una de las 7 Pléyades),
corre de escorpio.
el puñal que no pudo sacar Esculapio (el resucitador), por la
furia que era la de Zeus, culpa de Era.
Las tres Marías son solo estrellas de una constelación
mítica que algo tiene de Apolo y Aurora.