¿Cómo invitar a la última cena a familiares protestantes,
cristianos, judíos y reformistas? La numerosidad no garantiza la reconciliación
de un credo gracias a la virtud teologal. Debería hacerme budista o hinduista,
o anabaptista o mormón. La crisis religiosa y el delirio místico siempre van de
la mano. Ser turco cuando ronda la turca, es mejor que ser chiíta o sunita, o
sufista, o en el peor de los casos, musulmán. Make love, not war… Una húngara que amaba era franciscana y
el cura con el que me confesaba yo y un fascista era benedictino, pero las
misiones no son propias de los alemanes del Volga, y los rusos aman al prójimo
solo porque el amor de Cristo es la vida eterna y el sacramento de nuestra fe;
si fuéramos ateos, y si nos pusiéramos a estudiar teología e idiomas como
el papa, seríamos agnósticos con fundamento. Una vez tuve una banda de rock
judeo-cristiana, compuesta por un crisol de razas. Éramos gente pueblerina de
norte a sur. Y todavía dudo, si creer en Dios padre todo
poderoso, es solo una ambición de ser creador del cielo y de la tierra. Y si el
globo terráqueo todavía gira en armonía, en sentido inverso a la tierra, es
porque quiero gravitar. Puede ser
que esto llegue a ser un reencuentro en Porriápolis. Si es que todavía estás en Argentina, y no te
condenaron a pasar todos tus veranos en José Ignacio. Un año declina
y otro nuevo se avecina sin bencina para encender la cocina en la que se cocina
la hornacina donde se calienta la bandeja de plata sobre una hornalla de acero sin
cocaína; todo esto pasa como los días de tormenta que anteceden a las vísperas
del fin de ciclo que pasa, que pasó y que pasará mientras siga pasando y no se
corte y se ponga berreta hasta que la corte dictamine cual es la mejor mina en
la mina, la que me dejó clavada la espina en la bóveda del paladar
ojival. Despertar es como renacer en un parto dividido en el servicio de
neonatología, que huele a líquidos meconiales de parturientas putañías y
parteras panteístas, a obstetras obscenas y anestesistas psicasténicas, a
etanoles y a cesáreas, a niño muerto y a vida nueva, a llanto y a espanto. Lo
difícil no es subir, sino mantenerse. Lo fácil no es bajar, sino rebajarse. El
conflicto no es tomar, sino amamantar. Aquella toma y no ama, por eso está en
un estado esquizo-paranoide, presa sexual de fantasías retaliativas. Oh, Fantasia! Mostrar y no demostrar, es mentirle al
mostrador. En la barra o en el barrio, el barro y el bar lo mismo dan. Al verla,
verás que lo mismo da: “Dar, morir y amar”
Campos, huertas y frutas.
Jardines, plantas y flores.
Mirlos, horneros y ranas.
Patios, arbustos y yuyos.
Plazas, juegos y perros.
Playas, mares y gentes.
Baldíos, pozos y brozas.
Tierras, bichos y nichos.
Lagos, aguas y enaguas.
Cielos, vientos y tientos.
Fuegos, cenizas y brisas.
Casas, razas y masas.
Veredas verdaderas.
Ocasos ocasionales.
Sales mineral.
Tres, dos, uno y cero.
Y cero, era menos que una suma de los restos de la
sustracción adicional de un plus de goce en los dividendos multiplicados de la
sumatoria total de sigma, en tanto que, era probable que no sea nada más que un
cero a la izquierda, negativo, irreal e insubstancial entre los números
romanos.