Medianoche. Tuve la sensación de estar al borde de enamorarme o ser enfermo. La del sofá fue de rabia, de odio asmático; de sifilítico afectado por el polvo. Lejos del Pacifico, como Manco Capac sin Mama Ocllo.
Otra te cuento, la del celular inteligente que me llevó a un estado de mierda, y la computadora hackeada que prendí sin prender. Repararon sin reparar. Y que rescaté sin rescatarme. Me quedaba un solo cigarrillo.
Ridículous! ¿A qué esta no la sabés? La última, de cuarta. Esperaba un reconocimiento y lo expulsaron.